Un resumen de los hitos climáticos ocurridos en 2024, desde desastres naturales hasta iniciativas innovadoras.
El año 2024 ha sido un año notable en términos de acontecimientos climáticos, caracterizado por fenómenos extremos y avances significativos en la lucha contra el cambio climático.
A pesar de que los informes señalan que este año será el más cálido registrado, también se han presentado buenas noticias en relación a las emisiones y soluciones climáticas.
Según expertos, las proyecciones indican que 2024 podría superar en más de 1.5 °C la temperatura media registrada antes de la era industrial.
A lo largo del año, el clima extremo ha causado estragos en diferentes partes del mundo.
Por ejemplo, durante los meses de septiembre y octubre, el estado de Florida enfrentó la embestida de dos huracanes, Helene y Milton, que se intensificaron debido a las cálidas aguas del Golfo de México, un fenómeno respaldado por investigadores que correlacionan su fuerza con el cambio climático provocado por el hombre.
Además, se han dado señales preocupantes sobre la contaminación plástica.
Durante las negociaciones internacionales sobre este problema en Ottawa, se destacó que entre 1950 y 2015, se generaron residuos plásticos equivalentes al peso de más de 13 millones de aviones jumbo 747. Esta cantidad alarmante resalta la necesidad urgente de encontrar acuerdos globales para mitigar la contaminación por plásticos.
Durante la Cumbre Climática de la ONU, conocida como COP29, se abordó de manera sustancial la financiación climática para países en desarrollo.
En un acuerdo denominado New Collective Quantified Goal (NCQG), se estableció el compromiso de ofrecer 300 mil millones de dólares anuales para 2035, una cifra que muchos países en desarrollo consideran insuficiente dada la magnitud de los desafíos que enfrentan.
Otro dato relevante es que, aunque las emisiones de gases de efecto invernadero de Canadá pudieron haber disminuido levemente en 2023, alcanzando un total de 702 megatoneladas de dióxido de carbono, las emisiones procedentes de la industria del petróleo y el gas han continuado en aumento.
De hecho, se estima que hasta el 31% de las emisiones totales de Canadá provienen de este sector.
No obstante, 2024 también ha sido un año de innovación.
Se han explorado acciones como el envío de globos llenos de dióxido de azufre a la estratosfera, un proceso conocido como inyección de aerosol, que tiene como objetivo reflejar la luz solar y enfriar la Tierra para combatir el calentamiento global.
Los datos proporcionados por el Insurance Board of Canada indican que el verano de 2024 fue el más costoso en términos de pérdidas aseguradas debidas a desastres climáticos.
La tormenta de granizo en Calgary, en agosto, reportó pérdidas de casi 3 mil millones de euros, ayudando a enfatizar el impacto del cambio climático en la economía.
El 2024, aunque lleno de desafíos climáticos, nos ha ofrecido una mirada profunda sobre la evolución tanto de los problemas como de las soluciones.
Desde la reducción de emisiones hasta la conciencia sobre el uso de plásticos, la humanidad debe seguir avanzando hacia un futuro más sostenible.
Este año ha sido un recordatorio de que nuestro ambiente está en juego, y la acción colectiva es más crucial que nunca.
La combinación de datos preocupantes junto con iniciativas de cambio podría ser la vía que necesitamos para enfrentar la crisis climática que se avecina.