La Organización Meteorológica Mundial pronostica temperaturas récord y un aumento acelerado del calentamiento global en los próximos cinco años, con impactos significativos en el clima y los ecosistemas, especialmente en el Ártico.

Según un informe reciente de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), existe una probabilidad muy elevada de que uno de los próximos cinco años establezca un nuevo récord en cuanto a temperaturas máximas anuales.
Además, se prevé que en ese período, las temperaturas medias globales superen los límites definidos en el Acuerdo de París para limitar el aumento de la temperatura mundial.
Esto indica una tendencia preocupante hacia un calentamiento acelerado que podría tener consecuencias graves en los ecosistemas, la economía y la salud humana.
Desde hace décadas, la comunidad científica ha advertido sobre las consecuencias del aumento de gases de efecto invernadero, particularmente del dióxido de carbono, en la atmósfera.
Los registros históricos muestran que la temperatura global ha ido en aumento desde la Revolución Industrial, impulsada en gran parte por la quema de combustibles fósiles.
Sin embargo, en los últimos años, esa tendencia se ha acelerado aún más. El informe señala que las temperaturas cercanas a la superficie de la Tierra podrían aumentar entre 1.2 °C y 1.9 °C en el período de 2025 a 2029, en comparación con los niveles preindustriales (1850-1900), niveles que ya están en un punto crítico.
Uno de los principales actores en este escenario es el Ártico, donde el calentamiento es más del triple de la tasa global. La región apunta a un incremento de más de 2.4 °C respecto a la media del período de referencia, lo que acelera el derretimiento de hielo y contribuye a la elevación del nivel del mar. Un estudio reciente publicado en la revista Nature Communications advierte que existe una probabilidad de que, en 2027, el hielo marino estalle por completo en verano, dejando al Ártico prácticamente libre de hielo durante esa estación.
Históricamente, el hielo del Ártico ha sido una barrera natural que regula la temperatura del planeta, reflejando la radiación solar. La pérdida de este hielo acelera el calentamiento de la superficie, creando un círculo vicioso que intensifica fenómenos como las olas de calor extremas, lluvias intensas y sequías prolongadas.
El cambio climático podría traer más días húmedos y calurosos a Canadá occidental
El cambio climático está aumentando el calor en Canadá, lo que también puede llevar a más días húmedos y cambiar la vida en el oeste del país. Esto representa una amenaza para regiones que no están adaptadas a un clima bochornoso y sofocante.Además, en otras regiones del mundo, diferentes patrones de precipitación y sequías también se pronostican para los años venideros. Se espera que áreas como el Sahel en África, el norte de Europa, Alaska y Siberia experimenten lluvias por encima del promedio entre mayo y septiembre, mientras que en la cuenca amazónica, las condiciones serán secas.
La persistencia del calentamiento global puede conducir a impactos irreversibles, como la pérdida de biodiversidad, desplazamiento de poblaciones humanas y daños en infraestructura.
La ONU y otras organizaciones internacionales insisten en la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adoptar tecnologías más sostenibles.
Sin embargo, a pesar de estos llamados, algunos países permanecen reacios a implementar medidas contundentes, lo que incrementa la incertidumbre acerca del futuro del clima global.
El informe también resalta que el año 2024 fue uno de los más calurosos registrados, con temperaturas en muchas regiones que superaron los niveles de años anteriores en aproximadamente 1.5 °C, una cifra que ya sobrepasa los límites considerados seguros por la comunidad científica. La tendencia ascendente en las temperaturas refleja que seguimos en camino de alcanzar y superar los umbrales críticos establecidos para evitar efectos catastróficos en el clima.
Históricamente, eventos climáticos extremos como huracanes, incendios forestales y olas de calor han sido cada vez más frecuentes y severos, vinculados directamente a este fenómeno.
Es fundamental que la comunidad global actúe con urgencia para limitar el incremento de la temperatura, promoviendo energías renovables, protección de los ecosistemas y políticas que frenen las emisiones.
Solo así se podrá evitar que los pronósticos más aterradores se hagan realidad y que las generaciones futuras hereden un planeta demasiado cambiante para sostenerse.