Un equipo de investigación en Calgary está utilizando técnicas de monitoreo de aguas residuales para rastrear drogas ilícitas en la provincia. Este proyecto piloto tiene como objetivo reducir el daño a los usuarios de drogas al identificar toxinas peligrosas tan pronto como aparezcan. La técnica ya ha sido utilizada con éxito durante la pandemia de COVID-19 para monitorizar los números de casos.
Un centro de investigación en Calgary, que desarrolló el programa de monitoreo de aguas residuales más completo del país durante la pandemia de COVID-19, ahora se enfoca en otro creciente problema de salud pública: el uso de drogas ilícitas.
Advancing Canada Water Assets (ACWA), una iniciativa conjunta entre la Ciudad de Calgary y la Universidad de Calgary, está aplicando las mismas técnicas que utilizó para controlar los números de casos de COVID-19 para rastrear drogas ilícitas en las aguas residuales de la provincia de Alberta.
El Dr.
Mike Parkins, médico especialista en enfermedades infecciosas y profesor de la Escuela de Medicina Cummings de la Universidad de Calgary, es miembro fundador del equipo de vigilancia de aguas residuales.
Él espera que los hallazgos de este proyecto piloto ayuden a reducir el daño a los usuarios de drogas al identificar toxinas peligrosas tan pronto como aparezcan.
Según Parkins, el monitoreo de aguas residuales es una fuente de datos ideal para problemas de salud pública que afectan a vastos segmentos de la población y que son potencialmente difíciles de medir.
Mientras que las métricas convencionales están sesgadas y solo muestran una pequeña parte del problema, las aguas residuales recopiladas de todas las personas proporcionan datos objetivos y completos sobre las poblaciones que se están monitoreando.
En ACWA, el equipo de investigadores está llevando a cabo análisis de muestras de aguas residuales de Calgary en busca de rastros de opiáceos, fentanilo, psicodélicos y cocaína, así como de agentes de corte peligrosos como levamisol y xilazina.
El objetivo es identificar las drogas presentes en el suministro y detectar la aparición de nuevas toxinas y cortantes.
Los datos proporcionados por los investigadores han revelado algunas tendencias preocupantes en el suministro de drogas en la provincia de Alberta.
El carfentanilo, un opiáceo sintético 100 veces más tóxico que el fentanilo, ha aparecido en muestras de aguas residuales, lo que aumenta el riesgo de sobredosis.
Además, se ha introducido levamisol, un agente de corte tóxico que puede causar efectos secundarios graves.
La comunicación oportuna y precisa de los datos y las tendencias es clave en el trabajo de ACWA. Los hallazgos son compartidos tanto con el público en general como con los funcionarios de salud para que puedan tomar las medidas adecuadas.
Se espera que en el futuro se desarrolle una aplicación que proporcione alertas a los usuarios de drogas cuando toxinas peligrosas aparezcan en el suministro de drogas de la ciudad.
El monitoreo de aguas residuales no solo se limita al seguimiento de drogas ilícitas, sino que también podría utilizarse para rastrear diferentes patógenos en el futuro.
ACWA ya monitorea y reporta la presencia de virus de influenza A, influenza B y virus sincitial respiratorio (VSR).
Este enfoque en el monitoreo de aguas residuales es un ejemplo de cómo la ciencia y la tecnología pueden contribuir a abordar los desafíos de salud pública y proteger mejor a la población.