Investigaciones recientes muestran preocupantes cifras de mortalidad de caballos exportados desde Canadá a Japón, en un contexto de denuncia por maltrato y falta de regulación.

Recientes documentos obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información por parte de organizaciones de derechos de los animales han expuesto la trágica muerte de al menos 21 caballos tras ser exportados de Canadá a Japón, específicamente entre mayo de 2023 y junio de 2024. Esta información contrasta fuertemente con los datos proporcionados por la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos (CFIA), que anteriormente había reportado solo cinco muertes relacionadas con el transporte aéreo desde 2013.

La organización japonesa Life Investigation Agency (LIA) ha sido la responsable de adquirir esta información del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón y del Servicio de Cuarentena Animal, quienes supervisan la importación de animales vivos.

Según Ren Yabuki, director de LIA, “es extremadamente alto” el número de caballos que han muerto.

Los documentos revelan que, de los aproximadamente 2,500 caballos exportados desde Winnipeg y Edmonton hacia Japón, muchos han llegado en condiciones precarias, con diarrea y fiebre.

De manera alarmante, embarcaciones que transportaban caballos preñados también hicieron parte del envío, llevando a abortos espontáneos o muertes tras la llegada a su destino final en Japón.

Uno de los incidentes más comunes que condujeron a la muerte de los caballos ha sido la deshidratación, el estrés y la neumonía.

En un envío reportado el 31 de julio de 2023 con destino a Kitakyushu, un caballo murió a causa de una severa deshidratación y otro por golpe de calor.

Por otro lado, durante otro envío de 85 caballos hacia Kagoshima el 8 de enero de 2024, tres caballos murieron debido a lesiones sufridas durante el transporte.

A medida que se revelan más detalles, la CFIA ha expresado su preocupación ante estos hallazgos y está tomando 'medidas inmediatas' para abordar las alegaciones de maltrato.

En un comunicado, la CFIA afirmó que revisará la documentación y discutirá los hallazgos con funcionarios japoneses.

Además, la agencia recordó a las aerolíneas sobre sus obligaciones de informar sobre cualquier animal que sufra daños o muera durante el transporte.

Kaitlyn Mitchell, directora de defensa legal de Animal Justice, calificó esta nueva información como abrumadora.

Aseguró que ni las muertes ni las lesiones están siendo adecuadamente reflejadas en los registros oficiales canadienses, lo que sugiere que el problema es mucho más grave de lo que se ha documentado.

Históricamente, Canadá ha enfrentado críticas sobre la exportación de caballos para consumo humano, una práctica que ha suscitado fuertes protestas y demandas de organizaciones de bienestar animal.

En respuesta a la creciente presión social, el gobierno canadiense, bajo la dirección del Primer Ministro Justin Trudeau, ha comenzado a considerar la abolición de estas exportaciones, con el proyecto de ley C-355 ya aprobado en la Cámara de los Comunes y hacia su segunda lectura en el Senado.

Los defensores de los derechos de los animales han instado a la CFIA a prohibir de inmediato los vuelos de exportación de caballos vivos a Japón, argumentando que el marco legal actual permite la violación de los derechos de estos animales durante su transporte.

Yabuki, director de LIA, ha instado también al gobierno japonés a prohibir acciones que vulneren el bienestar animal, enfatizando que las leyes locales tienden a ver a los animales como propiedades más que como seres sintientes.

Con la realidad de estas muertes y lesiones, el panorama del transporte internacional de caballos para consumo sigue siendo un tema controvertido y en constante evolución que requiere urgentemente una revisión más profunda y reformas significativas.