Avances tecnológicos en observación solar proporcionan las imágenes más detalladas y nítidas del sol y su corona, permitiendo entender mejor cómo se generan las tormentas solares. Esto tiene implicaciones importantes para predecir eventos de espacio y proteger la tecnología en la Tierra.

Recientes avances en la captación de imágenes del sol han permitido obtener las fotos con mayor resolución hasta la fecha, revelando detalles finos y dinámicos de su superficie y corona que antes permanecían ocultos.
Estas imágenes de alta calidad ofrecen una visión sin precedentes de fenómenos como las 'lluvias solares' y los movimientos turbulentos de plasma, esenciales para entender la formación y evolución de las tormentas solares.
El sol, nuestra estrella central, posee una atmósfera extremadamente caliente que se extiende millones de kilómetros hacia el espacio, conocida como la corona solar.
La comprensión de este entorno es crucial, ya que en ella se originan eventos como las fulguraciones solares y las eyecciones de masa coronal, que pueden impactar significativamente a la Tierra.
La corona, visible durante los eclipses solares, aún guarda muchos misterios, especialmente respecto a por qué su temperatura supera con creces a la superficie solar.
Las observaciones tradicionales, realizadas desde telescopios en tierra y en órbita, han estado limitadas por la turbulencia atmosférica. Sin embargo, gracias a nuevas tecnologías en óptica adaptativa, los astrónomos ahora pueden corregir la distorsión atmosférica con una precisión diez veces mayor que antes.
En concreto, un telescopio solar de 1,6 metros en California, equipado con un espejo flexible que se ajusta 2200 veces por segundo, ha permitido capturar imágenes con una resolución de aproximadamente 63 kilómetros en la superficie solar.
Estas imágenes revelan una superficie que parece similar a una nube esponjosa, con enormes bucles de plasma que se elevan y parecen danzar al ritmo del campo magnético solar.
Además, se identificaron fenómenos novedosos como un 'plasmoide', una corriente de plasma que se desplaza a 100 kilómetros por segundo sobre la superficie.
Estos fenómenos son fundamentales en la formación de eventos violentos en el sol, como las erupciones que lanzan material cargado hacia el espacio, llegando a impactar nuestro planeta.
Descubren dos planetas que comparten la misma órbita alrededor de una estrella
Astrónomos han reportado el descubrimiento de lo que podrían ser dos planetas compartiendo la misma órbita alrededor de su estrella. Esto sería la evidencia más fuerte hasta ahora de esta extraña pareja cósmica, que se sospechaba pero nunca se había demostrado.Las tormentas solares originan impactos en la tecnológica terrestre que, en casos extremos, pueden causar apagones masivos y daños en satélites. Un ejemplo histórico relevante ocurrió en 1989, cuando una eyección masiva de plasma produjo un apagón en la provincia de Quebec, dejando a millones de personas en la oscuridad por varias horas.
Desde entonces, las infraestructuras eléctricas han sido reforzadas, aunque los efectos en la navegación satelital y sistemas GPS siguen siendo una preocupación.
Las lluvias en la corona, que consisten en plasma que se enfría y cae en forma de chorros estrechos, siguen siendo un enigma para la ciencia. Estos flujos siguen las líneas del campo magnético, formando arcos y bucles que pueden ser mucho más estrechos de 20 kilómetros. La causa de que la corona alcance temperaturas tan elevadas —que pueden superar millones de grados— aún no está completamente entendida, pero estos nuevos instrumentos permitirán a los científicos profundizar en estas preguntas.
Además, el sol atraviesa ciclos aproximadamente cada 11 años de actividad variable, y en la actualidad estamos en un período de máximo solar, lo que incrementa la importancia de la monitorización constante.
La mejora en las capacidades de observación permitirá predecir con mayor precisión cuándo y cómo ocurrirán estos eventos, dándole a la comunidad científica y a los sistemas de protección en la Tierra mejores herramientas para anticipar las tormentas solares.
Este avance tecnológico en la observación solar no solo ayuda a resolver viejos enigmas de la física solar, sino que también promete mejorar la protección de la infraestructura y tecnología en nuestro planeta, asegurando una mayor seguridad frente a los peligros del clima espacial.
Con una comprensión más profunda del sol, podremos anticipar y mitigar los efectos, garantizando así la continuidad de las actividades humanas en la era digital y espacial.