El artista canadiense Benjamin Von Wong presenta 'Biodiversity Jenga', una obra que simboliza la fragilidad de la biodiversidad en la cumbre de la ONU en Colombia.
En el marco de la Conferencia de las Partes COP16, celebrada en Cali, Colombia, el artista canadiense Benjamin Von Wong ha revelado una espectacular instalación titulada 'Biodiversity Jenga'. Esta obra, que se eleva a seis metros de altura, se compone de bloques de madera huecos que albergan dioramas representando una variedad de ecosistemas, desde densos selvas tropicales hasta frondosos bosques de algas.
La originalidad de 'Biodiversity Jenga' radica no solo en su imponente tamaño, sino en el profundo simbolismo que representa.
Von Wong compara la biodiversidad con el conocido juego de Jenga, donde cada bloque es esencial para la estabilidad de la torre.
"Si se quita un bloque, la estructura comienza a tambalearse", explica.
"Y si se retiran suficientes bloques, todo se desmorona".
En los bloques de la instalación, los espectadores pueden observar pequeñas esculturas de animales, elaboradas por 200 estudiantes jóvenes de las escuelas Luis Madina y Santa Librada, quienes han aportado su visión y creatividad a esta importante obra.
La instalación también cuenta con esculturas de tres niños, creadas por la artista colombiana Raizha Guzman, que carecen de bocas, simbolizando a las futuras generaciones que aún no tienen voz en la lucha por la conservación del medio ambiente.
Esta obra no ha sido solo una atracción visual; tiene un mensaje esperanzador para los delegados de la COP16, quienes se reunieron con el objetivo de abordar y revertir la alarmante pérdida de biodiversidad.
Según un informe de la ONU de 2019, hasta un millón de especies están amenazadas con la extinción en las próximas décadas.
El desafío es monumental, pero estas conversaciones buscan generar acciones concretas para proteger nuestra fauna y flora.
Hace dos años, en la COP15 celebrada en Montreal, casi 200 países firmaron un acuerdo histórico comprometiéndose a revertir la pérdida de la naturaleza para finales de la década, y recaudar 700 mil millones de dólares al año para lograrlo.
En esta edición de COP16, el enfoque está en evaluar el progreso realizado por cada país hacia el cumplimiento de dichos compromisos.
El trabajo detrás de 'Biodiversity Jenga' ha sido un esfuerzo de colaboración, involucrando a más de 250 personas, entre arquitectos, diseñadores paisajistas y los mismos estudiantes que crearon las figuras de animales.
Benjamin Von Wong, quien creció en Toronto y actualmente reside en Nueva York, ha ganado reconocimiento por sus instalaciones artísticas con temáticas medioambientales.
Su trabajo anterior incluye esculturas realizadas con plásticos reciclados y termómetros que visualizan la amenaza del cambio climático.
Mientras algunos delegados de la COP16 han comenzado a integrar el lenguaje metafórico de la instalación en sus discusiones, Von Wong espera que 'Biodiversity Jenga' inspire nuevas maneras de abordar la conversación sobre la pérdida de biodiversidad y que, a su vez, provoque cambios reales en la política medioambiental.
"El poder de los símbolos es crucial", concluye, al destacar la importancia del arte en la sensibilización sobre cuestiones tan acuciantes como la crisis de la biodiversidad.
Su obra es un recordatorio de que nuestra interacción con el planeta es profundamente interdependiente y que solo a través del esfuerzo colaborativo podemos estabilizar nuestra 'torre' ecológica.