Santander inicia la prueba de un nuevo sistema de contenedores soterrados para mejorar la eficiencia en la recogida de residuos, anticipándose a la próxima licitación del contrato de limpieza urbana.

El Ayuntamiento de Santander ha decidido comenzar una serie de trabajos en la calle Juan de Herrera para poner a prueba un innovador sistema de contenedores soterrados, en una estrategia que busca modernizar la gestión de residuos en la ciudad.

La iniciativa, que se llevará a cabo la próxima semana, forma parte de las acciones previas a la licitación del nuevo contrato de limpieza viaria y recogida de residuos, cuyo proceso de selección está en marcha.

La concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, explicó que los trabajos consistirán en desmontar y retirar los contenedores soterrados existentes, así como acondicionar el hueco en el que se colocarán los nuevos equipos.

Además, se realizarán mejoras en la pavimentación exterior y se llevarán a cabo las pruebas de funcionamiento correspondientes para garantizar la eficiencia del sistema.

Este proyecto ha sido encargado a la empresa especializada Formato Verde, cuyo presupuesto asciende a aproximadamente 44.880 euros, incluyendo impuestos. La duración estimada de los trabajos es de unas tres semanas. Rojo destacó que esta intervención responde a la necesidad de mejorar la gestión de residuos en una zona céntrica y peatonalizada, donde la afluencia de personas y el comercio local exigen una solución eficiente y moderna.

El Ayuntamiento ha optado por instalar un sistema denominado ‘monobloque’, como prueba piloto, para evaluar sus prestaciones antes de implementar el nuevo contrato.

Este sistema, además de facilitar la recogida, permitirá una mayor facilidad en el mantenimiento y en las tareas de limpieza, aspectos fundamentales para una ciudad que busca mantenerse sostenible y eficiente.

El sistema monobloque presenta varias ventajas técnicas. Por ejemplo, reduce el número de componentes en el conjunto, lo que se traduce en menos mantenimiento y menor probabilidad de averías. Además, su diseño incorpora un embudo perimetral que facilita el proceso de elevación, vertido y reposición de los residuos, minimizando los golpes y movimientos necesarios.

Otra característica importante es su sistema de respiración, que ayuda a reducir la condensación en el interior del contenedor, minimizando la entrada de agua y el olor desagradable.

Los buzones exteriores pueden ser personalizados con diferentes colores para indicar las distintas fracciones de residuos, adaptándose a futuras necesidades de clasificación.

En cuanto a su fiabilidad, el sistema cuenta con un gancho que garantiza mayor seguridad en comparación con los mecanismos automatizados tradicionales, ya que no depende de componentes hidráulicos o eléctricos susceptibles a fallos recurrentes.

Este enfoque innovador en la gestión de residuos no solo se enmarca en las tendencias europeas hacia ciudades más sostenibles y limpias, sino que también recuerda en parte las iniciativas pioneras en sistemas soterrados que se implementaron en ciudades como Barcelona o Madrid en los años 2000, buscando reducir la contaminación visual y mejorar la higiene urbana.

Con esta prueba, Santander pretende modernizar su infraestructura y optimizar los recursos destinados a la limpieza urbana, anticipándose a las futuras demandas de una ciudad en constante crecimiento.

La experiencia adquirida servirá para definir el modelo que se extenderá a otros barrios y zonas de la ciudad, consolidando un sistema más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.