El Porsche 963 RSP, un vehículo inspirado en el prototipo de carreras que obtuvo el segundo puesto en las 24 Horas de Le Mans 2025, ha sido presentado como una versión adaptada para su uso en vías públicas, combinando elementos históricos con tecnología moderna. Un homenaje a los autos legendarios de Porsche y un ejemplo del legado de la marca en la carrera de resistencia.

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Sin embargo, además de la competencia en sí, se presentó un vehículo que remueve la historia y la ingeniería de la marca alemana: el #Porsche 963 RSP, una versión especial del prototipo de carreras que combina tradición, innovación y homologación para su circulación en carreteras.

Este modelo, que fue exhibido en las instalaciones de Porsche en el circuito de la Sarthe, rinde #homenaje a un clásico de la historia automotriz: un Porsche 917, que hace casi medio siglo, en 1975, fue modificado maniobrablemente por el conde Rossi para viajar de Zuffenhausen a París.

La particularidad de aquel entonces fue la transformación de un auto de carreras en un vehículo apto para circular legalmente en vías públicas, un proceso que marcó un hito en la historia del automovilismo y que ahora inspira la creación del 963 RSP.

El vehículo actual toma su base del Porsche 963 que, en #Le Mans 2025, entregó una actuación memorable. Sin embargo, en su versión homologada, el 963 RSP ha sido modificado para cumplir con las normativas de circulación y ofrecer un toque clásico en la apariencia, mientras mantiene toda la potencia y tecnología del original.

La idea surgió a partir de la simple pregunta: ¿Y si…? Esta inquietud llevó a un pequeño equipo liderado por representantes de Porsche en Norteamérica y el equipo de Roger Penske a desarrollar un proyecto que fusiona historia y modernidad.

El chasis y la carrocería del 963 RSP conservan esencialmente los mismos elementos del prototipo de competición, pero con algunas adaptaciones notorias.

La carrocería, construida en fibra de carbono y kevlar, se pintó con un acabado en color Martini Silver, en honor a los modelos de los años 70. A diferencia de los autos de carrera, que llevan adhesivos y decoraciones llamativas, esta versión presenta un diseño sobrio y elegante, con detalles en negro satinado en elementos menores como bisagras y uniones.

Para facilitar su circulación en carreteras, el vehículo se modificó en aspectos funcionales significativos. La distancia al suelo se incrementó, los amortiguadores se suavizaron para mejorar el confort, y se añadieron rejillas de ventilación en los guardabarros.

También se colocaron puntos de fijación para la matrícula, además de un escudo esmaltado con el nombre del modelo, en lugar de stickers. Los faros y las luces de giro se adaptaron para su uso en vías públicas, asegurando visibilidad y seguridad.

Forma parte de la tecnología que Porsche ha perfeccionado en sus modelos de competencia y deportivos de alto rendimiento

El corazón del 963 RSP no difiere mucho del del prototipo de carreras, aunque en esta versión está preparado para la circulación. Posee un motor V8 biturbo de 4.6 litros que desarrolla aproximadamente 680 caballos de fuerza, proveniente del programa RS Spyder. Este propulsor, junto con un sistema eléctrico híbrido que permite la conducción en modo 100% eléctrico, forma parte de la tecnología que Porsche ha perfeccionado en sus modelos de competencia y deportivos de alto rendimiento.

En su interior, el vehículo combina funcionalidades modernas con un diseño inspirado en los autos históricos. El asiento del conductor, fabricado en carbono y revestido en cuero, incorpora acolchado en el respaldo y está equipado con funciones de climatización.

El volante, forrado en cuero, incluye comandos para diversas funciones, y también cuenta con un portavasos impreso en 3D y un soporte para casco y auriculares, pensado para el uso de su propietario, Roger Penske.

La versión homologada del 963 RSP fue sometida a un proceso de certificación que le permitió circular en vías públicas francesas, gracias a una autorización especial y a la matrícula “W”.

Aunque mantiene varias de las características del modelo de competición, aún conserva ciertos límites para su uso en carretera, pero sin duda simboliza un logro importante en la historia de Porsche: ser capaz de transformar un auto de resistencia en una pieza de coleccionista y uso cotidiano, sin perder su esencia y espíritu competitivo.

Este vehículo no solo es una muestra de la herencia técnica y deportiva de Porsche, sino también un ejemplo de cómo la historia puede inspirar nuevas formas de concebir la movilidad y el diseño automotriz, combinando tradición y modernidad en un solo ejemplar.