BYD continúa con su estrategia en Brasil ante el aumento de impuestos a partir de julio.
La marca china BYD ha tomado la decisión de aumentar de manera significativa la importación de autos híbridos y eléctricos en Brasil antes de que entre en vigor el incremento en el impuesto de importación a partir del 1 de julio.
Con esta medida, pretende mantener los precios bajos que ha ofrecido en el país desde principios de año y evitar que los costos adicionales se trasladen a los consumidores.
En un movimiento sin precedentes, BYD planea llevar hasta 100.000 vehículos desde China antes de julio, lo que permitirá abastecer las operaciones de la empresa en Brasil hasta finales de año, cuando se espera que comience la producción local en Camaçari, Bahía.
Para lograr este objetivo, la compañía necesitará realizar una operación logística intensiva que involucra programar la llegada de más de una docena de barcos cargados con vehículos a puertos brasileños en las próximas semanas.
El objetivo es que cada buque transporte en promedio 3.500 unidades para alcanzar la cifra requerida.
BYD presenta su camioneta híbrida enchufable Shark en México
La marca china BYD ha presentado su nueva camioneta híbrida enchufable Shark en México, un modelo que competirá con vehículos como la Toyota Hilux o la Ford Ranger. La compañía también anunció la apertura de una nueva planta en Brasil para la fabricación de modelos electrificados.Hasta el momento, BYD ya ha importado alrededor de 30.000 vehículos a Brasil entre enero y mayo de este año, con la meta de alcanzar un total de 100.000 unidades antes de que entre en vigor el nuevo impuesto.
Este esfuerzo logístico no solo representa un desafío considerable, sino que también posicionará a BYD como uno de los principales actores en el mercado brasileño de autos híbridos y eléctricos.
Si BYD consigue vender los 100.000 vehículos en 2024, habrá experimentado un crecimiento significativo con respecto al año anterior y se habrá convertido en una de las marcas más vendidas en Brasil.
Esta estrategia le permitirá a la compañía evitar trasladar los costos adicionales a los consumidores hasta que comience la producción en la fábrica de Camaçari, asegurando así precios competitivos en el mercado brasileño.