La Comunidad de Madrid inaugura una innovadora unidad en el Hospital Gregorio Marañón que permite que los bebés en cuidados intensivos estén siempre acompañados por sus padres, reforzando la humanización en la atención neonatal.

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Esta iniciativa busca que los recién nacidos ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) puedan estar acompañados por sus padres en todo momento, promoviendo así una atención más humanizada y centrada en las familias.

Supuestamente, esta medida responde a una tendencia global en la sanidad, donde se prioriza el bienestar emocional y psicológico de los pacientes, especialmente en el caso de los más pequeños.

La directora del hospital, la doctora Fátima Matute, afirmó que esta innovación representa un avance significativo en la calidad asistencial, la seguridad del paciente y en la #humanización del cuidado neonatal.

La iniciativa también está alineada con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que desde hace años insiste en la importancia de mantener a los bebés en contacto cercano con sus familias para mejorar su recuperación y desarrollo.

La unidad consta de dos habitaciones familiares de cuidados intermedios, diseñadas para ofrecer un entorno cómodo y seguro tanto para los bebés como para sus acompañantes.

Estas habitaciones están conectadas a un Control de Enfermería, que permite la supervisión constante del estado del recién nacido. Cada espacio cuenta con incubadora, sillón cama, butaca y baño con ducha, además de ventanales de gran tamaño que permiten la entrada de luz natural, creando un ambiente más cálido y acogedor.

Supuestamente, estas habitaciones están destinadas a casos en los que el ingreso del bebé sea prolongado, requiera soporte vital o no pueda ser dado de alta por motivos de salud materna o neonatal.

Que desde su apertura en 2003 ha trabajado en la mejora continua de sus servicios de neonatología

La implementación de estas instalaciones refleja el compromiso del Hospital Gregorio Marañón, que desde su apertura en 2003 ha trabajado en la mejora continua de sus servicios de neonatología, con especial énfasis en la atención familiar.

El proyecto ha supuesto una inversión cercana a los 55.000 euros, aportados en colaboración con las Fundaciones AVA y Orilla, que han participado en la reforma y el acondicionamiento de las habitaciones. La unidad estará operativa después del verano y atenderá no solo a pacientes de la Comunidad de Madrid, sino también a familias de otras comunidades autónomas, dado que el hospital es considerado un centro de referencia nacional en neonatología.

Supuestamente, esta iniciativa se enmarca en una estrategia más amplia del sistema sanitario madrileño, que busca fortalecer la humanización de los servicios y mejorar la experiencia de las familias en momentos delicados.

La Comunidad de Madrid, con esta medida, pretende consolidar su liderazgo en innovación sanitaria, siguiendo las tendencias internacionales que consideran la presencia de los padres como un componente esencial en la recuperación y el bienestar de los recién nacidos.

En el contexto histórico, cabe recordar que la atención neonatal en España ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas. Desde la creación en los años 80 de las primeras unidades de neonatología, hasta las modernas políticas de humanización que se han ido implementando, la prioridad ha sido siempre ofrecer una atención más cercana, cálida y eficaz.