La Comunidad de Madrid inicia una importante fase de renovación en la Línea 6 del Metro, la más transitada por los usuarios, con una inversión que supera los 200 millones de euros. Este proyecto busca mejorar la frecuencia y la capacidad del servicio, anticipándose a la automatización total prevista para 2027.

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La Comunidad de Madrid ha anunciado el comienzo de las obras para la modernización de la Línea 6 del Metro, la línea más utilizada por los madrileños, con una inversión que supera los 180 millones de euros.

La iniciativa forma parte de un plan estratégico para mejorar la infraestructura del transporte público en la región y prepararse para la automatización completa del sistema en 2027.

Las obras arrancarán oficialmente el 31 de mayo y se extenderán hasta finales de 2025, con un impacto significativo en la capacidad y frecuencia del servicio.

La Línea 6, conocida como la Circular, conecta diferentes barrios de Madrid en un recorrido que ha sido fundamental para millones de viajeros a lo largo de los años.

La modernización busca reducir los tiempos de espera y aumentar la cantidad de trenes en circulación, logrando así una mayor eficiencia y comodidad para los usuarios.

El proyecto contempla una remodelación integral de las vías, estaciones y sistemas de señalización. Para ello, la Comunidad de Madrid ha habilitado una base operativa en la estación de Arganzuela-Planetario, que actuará como centro de coordinación y gestión logística.

Desde allí, se controlará la instalación de nuevos carriles, la puesta en marcha de sistemas automatizados y la gestión de los recursos necesarios, incluyendo retroexcavadoras, plataformas elevadoras y otros equipos especializados.

El almacenamiento y distribución de los materiales necesarios, como los carriles de 18 metros de longitud y los 10.000 metros cúbicos de balasto (equivalentes a cerca de cuatro piscinas olímpicas), se realiza en estas instalaciones. Todo ello con el objetivo de minimizar las molestias a los viajeros durante las obras, que se desarrollarán en horario nocturno en la medida de lo posible.

Durante la ejecución de los trabajos, la estación de Arganzuela-Planetario será la única que permanecerá cerrada, ya que será la base operativa principal.

No obstante, las estaciones de Moncloa, Legazpi y Méndez Álvaro seguirán abiertas, funcionando como cabeceras del tramo en servicio. La intervención se dividirá en dos fases: la primera, que comenzará el 1 de junio, afectará el arco oeste de la línea, entre Moncloa y Méndez Álvaro, y durará hasta el 12 de septiembre.

La segunda fase, en el arco este, entre Legazpi y Moncloa, se ejecutará desde el 13 de septiembre hasta finales de diciembre.

Para garantizar la movilidad de los usuarios durante estas obras, se implementarán servicios de autobuses gratuitos que cubrirán los tramos afectados.

Además, se habilitarán lanzaderas que conectarán Batán con Lucero y Legazpi con Plaza Elíptica, facilitando el desplazamiento en superficie. También se prolongará y ampliará el horario de la Línea 180, que une Legazpi con Arganzuela-Planetario, permitiendo su uso gratuito durante el cierre de las estaciones.

Este proyecto forma parte de la modernización de la red de Metro de Madrid, que en 2024 registró más de 116 millones de viajeros y una media diaria de 400.000 usuarios. La futura automatización de la Línea 6 será pionera en toda la red del suburbano español, posicionando a Madrid como referente en transporte público inteligente en Europa.

El consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, agradeció la paciencia y colaboración de los madrileños durante esta fase de obras.

Además, recordó que el objetivo principal es ofrecer un servicio más seguro, eficiente y sostenible para todos, en línea con los compromisos de la Comunidad de Madrid para modernizar su red de transporte y reducir las emisiones contaminantes.

Este proyecto no solo facilitará una mejor experiencia para los viajeros, sino que también contribuirá a la revitalización de los barrios circundantes y al desarrollo económico de la región, en línea con las políticas de movilidad sostenible que Madrid ha promovido desde hace décadas.

La inversión en infraestructura y tecnología refleja el compromiso de la comunidad autónoma con un transporte público de calidad, capaz de afrontar los desafíos del siglo XXI.