La Comunidad de Madrid realiza una importante inversión para la recuperación de cuatro entornos naturales afectados por la extracción de canteras.

Estos trabajos se han llevado a cabo en distintas localidades, incluyendo Soto de las Cuevas en Aranjuez, la Laguna de El Campillo en Rivas Vaciamadrid, las canteras de Alpedrete y la dehesa de La Golondrina en Navacerrada.
El pasado 10 de febrero de 2025, el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, realizó una visita al último de estos espacios rehabilitados.
Este sitio, un monte público con una rica biodiversidad, se sitúa a orillas del embalse de Navacerrada y forma parte del Catálogo de Embalses Protegidos de la región, además de estar incluido en la Reserva de la Biosfera de la Cuenca Alta del Río Manzanares y en el Plan de Ordenación de Recursos Naturales de la Sierra de Guadarrama.
La intervención en La Golondrina fue necesaria debido a los daños causados por una antigua cantera, que dejó un paisaje alterado, un depósito de residuos y construcciones deterioradas.
Los trabajos de #restauración han incluido la remodelación topográfica del terreno, suavizando los taludes y restableciendo su morfología original.
Además, se ha procedido a la eliminación de las estructuras en mal estado y a la creación de dos nuevos taludes utilizando tierra limpia. También se ha construido una pequeña plataforma bajo el paredón principal y se ha instalado escollera de contención en la base utilizando la roca de los acopios existentes.
“hemos logrado una recuperación completa del paisaje y del #medio ambiente de la zona
Carlos Novillo ha valorado positivamente este proyecto, que se ha desarrollado a lo largo de siete meses. Según sus palabras, “hemos logrado una recuperación completa del paisaje y del medio ambiente de la zona, lo que permite devolver el entorno natural a su estado previo, contribuyendo al cuidado de la #biodiversidad y al disfrute de los ciudadanos”.
Una de las iniciativas más significativas de este proyecto ha sido la reforestación de la zona con más de 1.500 plantas autóctonas. En total, se han plantado 1.212 árboles y 336 plantas de matorral, lo que no solo ayudará a mejorar los hábitats de la fauna local, sino que también permitirá recuperar el uso forestal que existía antes de las extracciones.
Para garantizar la protección de la vegetación plantada, la zona ha sido perimetrada y se han habilitado dos caminos provisionales para facilitar el acceso a los recursos de riego necesarios para el cuidado de las plantas, especialmente durante los meses de verano.