El Servicio de Urgencias de Madrid participa en un simulacro en el Monasterio de San Lorenzo para mejorar la respuesta ante emergencias en espacios históricos.

La finalidad principal de esta actividad fue fortalecer la coordinación entre los diferentes cuerpos de emergencia y el personal encargado de la protección del patrimonio histórico, en un entorno que requiere una respuesta rápida y eficiente ante posibles incidentes.
Este #simulacro respondió a la necesidad de preparar a los servicios de emergencia para actuar eficazmente en espacios de gran valor histórico y cultural, donde la seguridad de los visitantes, los empleados y la integridad del patrimonio son prioritarios.
La simulación consistió en un incendio localizado en una de las estancias del monasterio, con la consecuente atención a un paciente simulado con heridas leves.
La movilización de recursos fue significativa y ejemplar, demostrando la capacidad de respuesta rápida y coordinada de los diferentes actores involucrados.
Hasta #San Lorenzo de El Escorial se desplazaron efectivos del SUMMA 112, que envió a su Jefe de Guardia, quien se integró en el Puesto de Mando Avanzado establecido por Patrimonio Nacional.
Además, acudieron equipos especializados en catástrofes, vehículos de intervención rápida, una ambulancia de protección civil y las fuerzas de seguridad habituales, como la Policía Local y la Guardia Civil.
La presencia de estos cuerpos garantizó una respuesta integral ante el incidente simulado.
El despliegue sanitario del #SUMMA 112 se centró en asistir a los afectados por el incendio
El despliegue sanitario del SUMMA 112 se centró en asistir a los afectados por el incendio, además de proporcionar cobertura preventiva a todos los intervinientes en la operación.
La intervención incluyó la valoración y atención de las víctimas, así como la coordinación para evitar riesgos adicionales en un espacio tan delicado.
Este tipo de ejercicios son fundamentales en la historia reciente de la protección del patrimonio en España. Desde la restauración del Monasterio en el siglo XVI, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, la institución ha mantenido un compromiso constante con la preservación y protección de este símbolo de la historia española.
La realización periódica de simulacros como este ayuda a mantener la preparación de los equipos de emergencia, que deben estar listos para actuar en cualquier momento en espacios que albergan obras de arte y elementos históricos únicos.
Para las instituciones responsables, estos entrenamientos no solo mejoran la coordinación y la rapidez en la respuesta, sino que también sirven para identificar posibles mejoras en los protocolos de actuación y en las medidas de seguridad implementadas en los monumentos y espacios protegidos.
La colaboración entre el sector público, los cuerpos de emergencia y las instituciones culturales es clave para garantizar la seguridad sin sacrificar la conservación del patrimonio.