La Comunidad de Madrid ha comenzado el proceso para establecer, por primera vez, regulaciones sobre el uso de dispositivos tecnológicos en las escuelas públicas.

Esta iniciativa se implementará a partir del año académico 2025/26. El Consejo de Gobierno ha tomado la decisión de publicar una consulta pública sobre el borrador de un nuevo Decreto que regulará el tiempo de uso de tecnologías como ordenadores y tabletas en el ámbito educativo.

El propósito de esta nueva regulación es crear un marco común que permita a los centros educativos establecer vínculos que protejan los derechos y garantías digitales de sus alumnos.

Con esta medida, el gobierno regional aspira a abordar la creciente inquietud en la sociedad sobre los efectos nocivos que pueden derivarse del uso intensivo y prematuro de la tecnología por parte de los estudiantes más jóvenes.

El nuevo Decreto buscará imponer limitaciones en cuanto al tiempo de uso de dispositivos, categorizándolo en función de la edad y las características evolutivas de los alumnos.

De esta manera, se quiere prevenir los riesgos asociados al uso excesivo de estos aparatos.

Estas decisiones están avaladas por diversas sociedades médicas y organizaciones de protección de datos, que han manifestado su preocupación por los peligros del uso indiscriminado de tecnología por niños demasiado pequeños.

Desde un enfoque pedagógico, la regulación definirá criterios claros para disminuir las horas de uso de dispositivos.

Esto no solo pretende proteger la salud de los estudiantes sino también garantizar una educación equitativa y responsable.

Además, se asegurará que todos los alumnos tengan igual acceso a la educación y se promoverá la adquisición de habilidades relacionadas con la competencia digital.

Durante esta etapa de consulta pública, se invita a entidades y ciudadanos a expresar sus opiniones y sugerencias sobre este nuevo Decreto.

Esta medida se añade a la ya existente prohibición del uso de teléfonos móviles en las aulas, que ha estado en vigor en la Comunidad de Madrid desde el curso 2020/21, como respuesta a las preocupaciones sobre la distracción y el uso abusivo de dispositivos personales durante la jornada escolar.

Es importante recordar que esta no es la primera vez que se abordan cuestiones sobre el uso de tecnología en el ámbito educativo; sin embargo, con el auge de las herramientas digitales y su integración en la enseñanza, la necesidad de regular su uso se ha vuelto más evidente.

Se espera que esta normativa pueda ayudar a los docentes a encontrar un balance en el aprovechamiento de la tecnología, maximizando sus beneficios mientras se minimizan los riesgos asociados a su uso inapropiado.

El desarrollo de esta normativa se presenta como un paso significativo hacia adelante en la protección de los derechos de los estudiantes y en la búsqueda de una educación más responsable y adaptada a las realidades tecnológicas actuales.