Un nadador rinde homenaje a su madre y a los profesionales de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Cruz Roja.

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En un emotivo acto celebrado en el Hospital Universitario Cruz Roja de Madrid, se rindió homenaje al nadador Darío Fernández, quien recientemente logró la impresionante hazaña de cruzar el Canal de la Mancha a nado.

Este desafío, que duró diez horas y 42 minutos, se realizó con el propósito de recaudar fondos para la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital y poner de relieve la importante labor que realizan estos profesionales en el cuidado de pacientes en sus momentos más difíciles.

La iniciativa de Fernández tiene un trasfondo profundamente personal.

Antes del fallecimiento de su madre en la Unidad de Cuidados Paliativos del hospital, Darío le prometió que realizaría esta gesta en su honor.

Este acto no solo se trató de la resistencia física necesaria para cruzar una de las rutas más desafiantes para nadadores, sino que también estuvo impregnado de un profundo significado sentimental y un tributo a los servicios vitales proporcionados durante sus últimos días.

Durante la ceremonia, que contó con la presencia de Celia García Menéndez, directora general de Humanización, Atención y Seguridad del Paciente, se destacó la enérgica labor que realizan los equipos de Cuidados Paliativos.

Estos profesionales son fundamentales no solo para el bienestar físico del paciente, sino también para proporcionar apoyo emocional y acompañamiento tanto al paciente como a su familia.

En los momentos más difíciles, su presencia y atención pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes y en el proceso de duelos de los familiares.


La Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Cruz Roja, como muchas otras en el país, trabaja incansablemente para ofrecer un espacio donde las personas puedan recibir atención integral en sus últimos días.

Esto incluye el manejo del dolor y otros síntomas, así como la asistencia psicológica y emocional que necesitan tanto los pacientes como sus seres queridos.

Este acto de reconocimiento llega en un momento donde es cada vez más necesario visibilizar el valor del trabajo realizado por los equipos de Cuidados Paliativos.

A menudo, su labor es subestimada o desconocida por la sociedad.

Iniciativas como la de Darío Fernández son vitales para concienciar sobre la importancia de estos servicios en el ámbito sanitario.

La historia de Fernández es, sin duda, un recordatorio de la fragilidad de la vida y la necesidad de abrazar y apoyar adecuadamente a aquellos en el proceso de despedirse.

Gracias a su esfuerzo, no solo se recaudaron fondos para esta causa noble, sino que también se envió un mensaje poderoso sobre el amor y la gratitud hacia los profesionales de la salud, que a menudo se enfrentan a situaciones extremadamente complejas y emocionalmente desafiantes.

La comunidad de Madrid, a través de sus instituciones y ciudadanos, continúa mostrando su apoyo a estos esfuerzos, reafirmando su compromiso de mejorar la calidad de vida de las personas, incluso en los momentos más oscuros.