La administración Biden lleva a cabo nuevos ataques aéreos contra objetivos hutíes en Yemen mientras avanza una campaña regional.
El martes, la administración Biden llevó a cabo una nueva serie de ataques aéreos dirigidos a posiciones hutíes en Yemen, mientras Estados Unidos e Israel intentan frenar una campaña de asaltos regionales perpetrada por el grupo militante respaldado por Irán.
El Comando Central de EE.UU. (Centcom), responsable de las operaciones militares en el Oriente Medio, confirmó que los ataques impactaron objetivos ubicados en Yemen costero y en la capital, Saná, incluyendo un nodo de comando y diversas instalaciones destinadas a la fabricación y almacenamiento de armamento.
Además, los operativos del lunes también desmantelaron posiciones de radar y drones de un solo uso, según lo declarado por Centcom.
Imágenes de video de Centcom mostraron a aeronaves despegando desde el USS Harry S. Truman, un portaaviones situado en el Mar Rojo.
Estos ataques representan el último episodio de una campaña liderada por EE.UU. que se ha prolongado durante un año con el objetivo de detener las constantes agresiones de los hutíes, quienes de facto ejercen el gobierno en gran parte de Yemen, contra buques comerciales y navíos militares en aguas circundantes.
Las ofensivas hutíes han perturbado gravemente el transporte marítimo global y han afectado de manera considerable a los aliados estadounidenses que dependen de dicha actividad económica.
Los ataques estadounidenses se producen en medio de un esfuerzo paralelo intensificado por parte de Israel, que ha comenzado a realizar sus propios bombardeos aéreos sobre objetivos hutíes en respuesta a recientes ataques con misiles y drones lanzados desde Yemen hacia territorio israelí. Aunque la mayoría de estos proyectiles fueron interceptados, algunos alcanzaron sitios civiles, lo que ha llevado a millones de personas a buscar refugio en refugios antiaéreos.
Los hutíes son una facción rebelde originaria de las montañas del norte de Yemen que tomó el control de gran parte del país hace una década.
Su campaña marítima fue proclamada como una respuesta a la guerra llevada a cabo por Israel contra los militantes de Hamas en la Franja de Gaza.
A medida que los ataques por parte de los hutíes se vuelven cada vez más audaces y directos hacia Israel, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido abrir un nuevo frente contra este grupo yemení, el cual, según expertos, ha recibido apoyo en términos de armamento, financiación y conocimientos militares por parte de Irán.
Los especialistas opinan que, a pesar de que un año de ataques por parte de Estados Unidos, Reino Unido y, más recientemente, Israel ha debilitado la capacidad militar de los hutíes, esto no ha afectado significativamente su determinación.
La posición de los hutíes en la región, que históricamente habían sido una facción poco conocida en el país más pobre del mundo árabe, ha crecido al asumir el liderazgo de un movimiento internacional de resistencia contra Israel, Estados Unidos y Occidente.
Esta autoafirmación ha cobrado fuerza especialmente en el último año, mientras las operaciones militares israelíes han impactado a otros adversarios respaldados por Irán de Israel, como Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza.