Desde su llegada al poder en 2000, Vladimir Putin ha sido protagonista de una peculiar tradición: la venta anual de calendarios con su imagen y frases. La edición de 2026 ya está en las calles, generando revuelo en todo el país.
Estas ediciones, que incluyen numerosas fotografías del mandatario en diferentes escenarios y frases que supuestamente él mismo ha pronunciado, se han convertido en una tradición que data de principios del siglo XXI.
Desde su primera aparición en el año 2000, los calendarios con la imagen del líder ruso han ido ganando popularidad, pero fue en 2010 cuando alcanzaron un mayor auge, tras una polémica iniciativa de un grupo de estudiantes de la Universidad Estatal de Moscú que crearon una versión en lencería para celebrar su cumpleaños número 58.
El costo de estos calendarios, según informa el diario The New York Times, ronda los 300 rublos, equivalentes a aproximadamente 3,50 dólares, lo que en euros serían unos 3,30 €.
A pesar de su carácter popular, estos productos no solo se distribuyen en hogares rusos sino también en instituciones educativas y oficinas gubernamentales, reflejando la influencia que Putin mantiene en diversos ámbitos de la sociedad.
Supuestamente, estas imágenes muestran a Putin en distintos momentos y lugares emblemáticos. En el calendario de 2026, uno de los meses más destacados es febrero, donde aparece en una pose de judo, vestido con su uniforme, con la frase: “Soy una paloma, pero tengo unas alas de hierro muy poderosas”.
Aunque la frase puede parecer una metáfora de su fuerza y determinación, algunos analistas consideran que busca proyectar una imagen de invencibilidad y control.
Siendo conocido por su riguroso estilo de vida y su dedicación a la #política y la defensa de los intereses rusos
El mes de agosto también presenta una cita llamativa que dice: “Mi receta para la energía: duerme poco, trabaja mucho y no te quejes”. Esta supuesta declaración refleja la filosofía de trabajo intensivo que Putin ha promovido a lo largo de los años, siendo conocido por su riguroso estilo de vida y su dedicación a la política y la defensa de los intereses rusos.
Estos calendarios no solo cumplen una función práctica, sino que también sirven como una herramienta de imagen y propaganda. En ocasiones, la selección de fotografías y frases ha generado debates en círculos políticos y sociales, ya que algunos consideran que contribuyen a fortalecer la figura del mandatario en un estilo casi mítico.
Históricamente, la tradición de crear calendarios con figuras públicas no es exclusiva de Rusia. En otros países, políticos y celebridades también han sido protagonistas de iniciativas similares, aunque en Rusia, esta práctica ha adquirido un carácter casi cultural, con un fuerte componente de identidad nacional.
La presencia constante de Putin en estos calendarios refleja la consolidación de su figura como símbolo de estabilidad y poder para muchos rusos, a pesar de las controversias que ha enfrentado a lo largo de su liderazgo.
