Un incidente inquietante en Arizona revela cómo un grupo de estudiantes ideó un plan para atacar a su compañero y hacer que pareciera un suicidio, generando alarma en la comunidad escolar.

La policía local informó que, en octubre de 2024, cuatro niñas de entre 10 y 11 años, todas ellas estudiantes de quinto grado, planearon un acto violento contra un compañero de clase con la intención de hacer que pareciera un suicidio.
Aunque los detalles precisos del plan se mantuvieron en reserva por motivos de confidencialidad, se supo que las #menores diseñaron una estrategia meticulosa para llevar a cabo el ataque.
Supuestamente, entre las niñas se asignaron roles específicos: una debía portar un cuchillo al colegio, otra encargada de redactar una nota que aparentara ser escrita por la víctima, una tercera vigilaba las instalaciones del baño donde se pretendía realizar el ataque, y la cuarta ejecutaría la agresión.
Además, presuntamente, todas llevaron guantes para no dejar huellas y evitar ser identificadas. La finalidad, según las investigaciones, era que el acto fuera tan impactante que pareciera un suicidio, quizás motivado por supuestos celos o infidelidades, aunque las motivaciones exactas aún no han sido completamente esclarecidas.
Por suerte, la planificación no llegó a concretarse. Algunos estudiantes que estaban en el colegio se percataron de la conversación y de los preparativos, lo que llevó a que alertaran a las autoridades escolares.
La rápida intervención permitió que el personal del centro y la policía tomaran control de la situación antes de que ocurriera una tragedia. Las cuatro menores fueron detenidas y enfrentan cargos por conducta amenazante y desórdenes menores. Tras su arresto, fueron liberadas bajo la supervisión de sus padres y suspendidas del colegio mientras continúan las investigaciones.
El departamento de policía de Surprise informó que, al ser interrogadas, tres de las niñas expresaron sentimientos de arrepentimiento y remordimiento por la planificación, mientras que una de ellas, supuestamente, mostró una actitud más insensible, incluso sonriendo y riéndose durante las declaraciones.
Esto ha generado preocupación adicional sobre el estado emocional y psicológico de las menores
Esto ha generado preocupación adicional sobre el estado emocional y psicológico de las menores, y se espera que en los próximos días se realicen evaluaciones psicológicas para determinar si existe algún problema subyacente.
Este caso pone de manifiesto la importancia de fortalecer los programas de prevención y detección temprana en las escuelas, especialmente en edades tan tempranas.
La historia de #Arizona no es aislada; en años recientes, se han registrado otros incidentes similares en diferentes partes del mundo, donde menores han ideado planes violentos que, en muchas ocasiones, se han evitado a tiempo gracias a la intervención de maestros y estudiantes atentos.
Es relevante destacar que, en el contexto histórico, Arizona ha sido escenario de otros episodios relacionados con la violencia escolar. Desde tiroteos trágicos en institutos hasta casos de bullying extremo, la comunidad educativa ha buscado implementar medidas más estrictas para garantizar la seguridad de todos los alumnos.
Sin embargo, estos incidentes muestran que también es crucial trabajar en la formación emocional y social de los menores, promoviendo valores de respeto, empatía y resolución pacífica de conflictos.