El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se muestra abierto a la idea de ceder parte del territorio en un acuerdo que asegure el respaldo de la OTAN para su país.
En declaraciones recientes, Volodymyr Zelensky, el presidente de Ucrania, expresó por primera vez su disposición a considerar la cesión de parte del territorio ucraniano a Rusia con el propósito de poner fin a la guerra.
Esta propuesta se plantea a cambio de que Ucrania reciba un respaldo sólido por parte de la OTAN, la organización militar y política que agrupa a 32 naciones de Europa y América del Norte.
Zelensky enfatizó que cualquier invitación a Ucrania para unirse a la OTAN debe reconocer las fronteras internacionalmente aceptadas del país, así como las partes que actualmente no están ocupadas por fuerzas rusas.
Durante una entrevista con Sky News de Reino Unido, propagada el pasado viernes, las palabras de Zelensky reflejaron una creciente preocupación tanto en Kiev como en las capitales europeas sobre la evolución del conflicto y las posibles negociaciones que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría buscar establecer con Moscú y el propio Zelensky.
En este contexto, Zelensky sugirió que, por el momento, las partes ocupadas de Ucrania estarían fuera de tal acuerdo.
"Si queremos poner fin a la fase caliente de la guerra, necesitamos integrar bajo el paraguas de la OTAN el territorio de Ucrania que actualmente controlamos", aseveró. "Debemos actuar con rapidez.
Y luego, sobre el territorio ocupado, buscaremos recuperar el control de manera diplomática".
El contexto histórico de estas declaraciones es crucial, ya que las tensiones entre Ucrania y Rusia se han intensificado considerablemente desde 2014, cuando Rusia anexó Crimea, y se desató un conflicto armado en las regiones de Donetsk y Lugansk.
La ofensiva ucraniana en el este se mantiene estancada ante la férrea defensa rusa
Las tropas ucranianas luchan por avanzar en su contraofensiva en el sur y este del país mientras las fuerzas rusas no escatiman recursos para detenerlos. A pesar de los avances mínimos, las bajas aumentan y las defensas rusas se mantienen firmes.La situación ha llevado a miles de muertes y desplazamientos y a una crisis humanitaria en el este de Ucrania.
Además, durante la campaña electoral, Donald Trump afirmó que lograría el fin de las hostilidades en Ucrania para el día de su toma de posesión, aunque sin detallar cómo planeaba hacerlo.
Este panorama ha generado inquietudes entre los aliados europeos de Ucrania, que temen que Trump pueda proponer términos desfavorables que dejen a la nación en una posición vulnerable frente a agresiones rusas renovadas.
Los aliados de Kiev también se muestran cautelosos ante la posibilidad de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no actúe de forma honesta en las negociaciones, lo que podría permitirle ganar tiempo para lanzar ataques más devastadores contra Ucrania en el futuro, aprovechando las divisiones que existen entre los aliados occidentales.
Zelensky también hizo hincapié en la necesidad de un alto el fuego para asegurar que Putin "no regrese" en busca de más territorio ucraniano.
Citó que la cobertura inmediata de la OTAN sobre las áreas que aún están bajo el control de Kiev es algo que se necesita con urgencia, advirtiendo que, de no ser así, las intenciones de Putin de expandir su control podrían concretarse nuevamente.