Moscú ha sido blanco de un ataque masivo de drones desde Ucrania, con múltiples dispositivos desactivados por las defensas rusas, según el alcalde de la ciudad.
El conflicto entre Ucrania y Rusia ha tomado un nuevo giro tras el lanzamiento de uno de los ataques con drones más significativos hacia Moscú, según declaraciones recientes del alcalde de la ciudad, Serguéi Sobianin.
El ataque se llevó a cabo en la mañana del miércoles, donde se informó que al menos diez drones fueron destruidos por las unidades de defensa aérea de Rusia antes de alcanzar la capital.
Algunos de estos dispositivos fueron eliminados en la región de Podolsk, situada a aproximadamente 38 kilómetros al sur del Kremlin.
Sobianin compartió esta información a través de la aplicación de mensajería Telegram, resaltando que "los sistemas de defensa aérea del Ministerio de Defensa continúan repelando los ataques de UAV [vehículos aéreos no tripulados] del enemigo." Este ataque se ha catalogado como uno de los intentos más grandes de asediar Moscú mediante drones en la historia reciente.
El alcalde también comentó que la situación está siendo monitoreada con detenimiento.
La naturaleza del conflicto ha visto un aumento notable en la actividad de ataques aéreos desde Ucrania en meses recientes.
Este nuevo asalto se diferencia de intentos previos, ya que, aunque en ocasiones se han lanzado uno o dos drones hacia Moscú sin causar daños significativos, esta ocasión muestra una escala mucho mayor.
Para poner esto en contexto, en mayo de 2023 se destruyeron al menos ocho drones en el espacio aéreo de la ciudad, un hecho que el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó como un intento de intimidación por parte de Kyiv.
La ofensiva ucraniana en el este se mantiene estancada ante la férrea defensa rusa
Las tropas ucranianas luchan por avanzar en su contraofensiva en el sur y este del país mientras las fuerzas rusas no escatiman recursos para detenerlos. A pesar de los avances mínimos, las bajas aumentan y las defensas rusas se mantienen firmes.Uno de los puntos críticos del problema es la falta de transparencia por parte de las autoridades rusas, que raramente divulgan el tamaño completo de los ataques sufridos.
Por lo general, solo informan sobre los drones que logran destruir.
Asimismo, Ucrania se mantiene reservada sobre la magnitud de los daños infligidos a los objetivos rusos, a menos que se dañe infraestructura residencial o fallezcan civiles.
Las tensiones entre ambos países han escalado de forma alarmante en el último año, y este tipo de ataques podrían ser una indicación de que Ucrania está revisando su estrategia para ejercer presión sobre Rusia.
Las fuerzas ucranianas han mejorado sus capacidades de guerra no convencional y, a medida que la tecnología de drones se vuelve más accesible y efectiva, el riesgo de ataques aéreos en áreas urbanas podría incrementarse.
Mientras tanto, la población de Moscú se enfrenta a una nueva realidad en la que los cielos que una vez gozaron de paz, ahora están permeados por la incertidumbre y el temor a futuros enfrentamientos.
Con cada nueva incursión, el conflicto entre Ucrania y Rusia sigue mostrando su capacidad de evolución, llevando a las naciones y al mundo a una serie de tensiones geopolíticas difíciles de predecir.