El tifón Saola ha causado estragos en Hong Kong y en la provincia china de Guangdong, provocando fuertes vientos y lluvias intensas que han dejado un saldo de al menos una persona fallecida.

Las ciudades cercanas de Shenzhen y Macao también han sufrido los embates de este potente tifón, que ha generado destrucción y numerosas inundaciones en diferentes áreas.

Ante la proximidad del Saola, tanto Hong Kong como la provincia de Guangdong han tomado medidas preventivas para proteger a su población.

Cientos de vuelos fueron cancelados y se cerraron negocios, escuelas y mercados financieros, en un esfuerzo por minimizar los riesgos y preservar la seguridad de los ciudadanos.

Con vientos superiores a 200 km/h, Saola se clasificó como un supertifón y se convirtió en uno de los más fuertes en azotar la provincia sureña desde 1949. Aunque se ha debilitado al alcanzar la ciudad de Zhuhai, los organismos chinos aún consideran a este fenómeno como un tifón severo, con vientos de alrededor de 160 km/h.

Las operaciones ferroviarias en Guangdong se reanudaron gradualmente a partir de las 8:30 a.m.

(0030 GMT), según informó el operador ferroviario.

Sin embargo, el Saola continúa impactando en la región, especialmente en la costa este de Taiwán, hacia donde se dirige.

El aeropuerto de Hong Kong se vio afectado por el tifón, lo que dejó a más de 300 personas varadas después de la cancelación de al menos 460 vuelos, según informó la Autoridad del Aeropuerto de la ciudad.

Las aerolíneas, incluida la principal compañía Cathay Pacific, anunciaron que los vuelos se reanudarían a partir del mediodía del sábado.

En Hong Kong se emitió la señal de tormenta de huracanes más alta, la señal 10, señalando la máxima alerta ante la proximidad del Saola.

La ciudad dijo que mantendría la señal activa hasta las 4 p.m.

(0800 GMT), ya que las intensas lluvias y las inundaciones todavía afectaban al territorio.

Las autoridades instaron a los residentes a mantenerse en sus hogares y evitar zonas de riesgo.

En resumen, el tifón Saola ha causado daños significativos en Hong Kong y Guangdong, dejando a su paso destrucción, inundaciones y una persona fallecida.

Aunque ha disminuido su intensidad, todavía representa un peligro para la región a medida que se desplaza hacia Taiwán.

Las autoridades locales continúan tomando medidas para proteger a la población y minimizar los riesgos asociados a este fenómeno natural.