El ataque aéreo en Tel Aviv, reivindicado por los rebeldes hutíes, deja al menos un muerto y diez heridos, aumentando la preocupación por la escalada del conflicto en Gaza.

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En un acontecimiento alarmante, los rebeldes hutíes de Yemen han asumido la responsabilidad de un ataque con drones en la mañana del viernes, que impactó cerca de la Embajada de Estados Unidos en Tel Aviv.

Este ataque ha dejado un saldo de al menos una persona fallecida y diez heridas, aumentando la preocupación entre la población israelí y a nivel internacional.

La explosión provocó un estruendo que resonó en las calles adyacentes, esparciendo esquirlas de metal y fragmentos de vidrio por un amplio área.

Este ataque se produce en un contexto donde los hutíes han estado lanzando drones y misiles hacia Israel como una muestra de apoyo al pueblo palestino, en el marco de la guerra que se ha intensificado durante los últimos nueve meses.

Hasta este ataque, las iniciativas de los hutíes habían sido interceptadas, gracias a los sistemas de defensa proporcionados por aliados occidentales.

Sin embargo, el portavoz de los hutíes, Yahya Sare’e, aseguró que su más reciente tecnología de drones les permite eludir los sistemas de defensa aéreos israelíes.

Por su parte, un portavoz del ejército israelí admitió que el dron explosivo fue identificado, pero atribuyó el impacto a un ‘error humano’ en la evaluación de amenazas aéreas.

“El ataque fue un acto terrorista dirigido a asesinar civiles en Israel,” declaró el portavoz militar israelí, reafirmando la seguridad del país frente a amenazas externas.

Este ataque se produce no mucho después de que las fuerzas israelíes confirmaran un ataque aéreo que resultó en la muerte de un comandante de Hezbollah y otros militantes en el sur del Líbano.


A pesar de la posibilidad de represalias, Israel ha optado por dejar que sus aliados gestionen la situación con los hutíes, centrándose en la ofensiva en Gaza y el enfrentamiento con Hezbollah.

La escalada del conflicto suscita temores sobre las repercusiones del conflicto en Gaza, donde los hutíes y otros grupos respaldados por Irán han mostrado su solidaridad con el grupo militante palestino Hamas.

En un contexto más amplio, mediadores internacionales continúan buscando un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas, proponiendo un plan que beneficiaría a cerca de 120 rehenes retenidos por Hamas en Gaza.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha realizado visitas sorpresa a las tropas en Gaza, enfatizando la importancia de mantener el control sobre un tramo de terreno colindante con Egipto.

A medida que se completan las operaciones en Rafah, se espera que las posibilidades de un acuerdo aumenten, aunque la tensión sigue siendo palpable entre los actores involucrados en este conflicto, que no cesa de engrosar la lista de víctimas y de preocupaciones humanitarias en la región.

Este ataque también resuena con la historia de conflictos en la región, donde la violencia ha sido una constante desde hace décadas.

La situación actual refleja las complejidades de las relaciones en Medio Oriente y el impacto de la guerra en la vida cotidiana de millones de personas.