Imágenes impactantes desde la liberación de Sednaya muestran las torturas sufridas por prisioneros bajo el régimen de Assad.
Las fuerzas de rescate sirias continuaban, el lunes, su esfuerzo por alcanzar a los prisioneros atrapados en el intrincado sistema subterráneo de cárceles ubicado en la ciudad de Sednaya.
En video llama la atención un hombre que sostiene con ambas manos dos cuerdas atadas en forma de lazo. Estas cuerdas fueron descubiertas en la conocida prisión militar de Sednaya, que ha adquirido el sombrío apodo de "el matadero humano". Estos nuevos clips, grabados por los primeros civiles y rebeldes que pudieron acceder al lugar, comienzan a exhibir algunas de las atrocidades que se habrían llevado a cabo dentro de este lugar de horror, donde se afirma que se realizaron ejecuciones masivas, torturas y abusos sexuales.
Uno de los videos exhibe una gran prensa de hierro que se cree era utilizada para romper huesos y ejecutar a los prisioneros, mientras que en el suelo yacen restos de cuerdas rojas, que probablemente se empleaban para métodos de tortura menos visibles.
Otro clip, capturado a través de una pequeña rejilla metálica, muestra a un prisionero demacrado encadenado a una cama de metal en uno de los oscuros y vacíos cuartos de la prisión.
La desesperación se hace palpable mientras otros internos son filmados gritando y forzando sus extremidades a través de los barrotes de sus celdas, ansiosos por ser liberados de su sufrimiento.
Numerosos informes de organizaciones de #derechos humanos han documentado las condiciones inhumanas y el sistema de tortura que caracteriza a este lugar
Históricamente, Sednaya ha sido conocida por su brutalidad desde la ascensión de Bashar al-Assad al poder en 2000. Durante años, numerosos informes de organizaciones de derechos humanos han documentado las condiciones inhumanas y el sistema de tortura que caracteriza a este lugar.
De hecho, el Centro de Estudios de los Derechos Humanos informó en 2018 que aproximadamente 14,000 personas habrían sido ejecutadas en Sednaya entre 2011 y 2015, en el contexto de la guerra civil en Siria, que comenzó en 2011.
Mientras la comunidad internacional observa con creciente horror, el régimen de Assad continúa su andar impune. La llegada a la luz de estas imágenes pone de manifiesto la urgente necesidad de llevar a cabo una investigación exhaustiva y buscar justicia para las víctimas de este régimen que ha sido acusado de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad a lo largo de los años.
