La Navidad puede ser un momento revelador para detectar síntomas de demencia en nuestros seres queridos. Conoce qué señales observar y cómo actuar.
La Navidad, con su ambiente festivo y la oportunidad de crear recuerdos, puede resultar a la vez un momento de alegría y una fuente de ansiedad para algunos.
Las reuniones familiares, aunque llenas de amor y celebración, pueden traer consigo un aumento del estrés, especialmente para los miembros de la familia de mayor edad que se encuentran en situaciones desconocidas.
Según expertos, estas circunstancias pueden ser una oportunidad crucial para identificar signos tempranos de demencia en nuestros seres queridos.
Elizabeth Leonard, de 58 años, recuerda con tristeza como hace unos años su madre, quien siempre había sido una persona alegre y capaz, mostró un comportamiento inusual.
Su madre, que entonces contaba con 71 años, tuvo un arranque de ira pocos días antes de Navidad, algo que jamás había hecho.
En el día de Navidad, alega que no pudo cocinar el pavo debido a un problema con el horno.
Elizabeth asumió la responsabilidad de la cocina y se dio cuenta de que el horno funcionaba perfectamente.
Este evento marcó el inicio de un arduo proceso de aceptación que culminó en un diagnóstico de demencia.
Simon Wheeler, un experto de la Alzheimer’s Society, explica que la Navidad puede ser un momento revelador: “Es una época para hacer recuerdos, pero a menudo es durante estas fiestas cuando nos damos cuenta de que algo no está bien en alguien”. Inicialmente, estos signos pueden interpretarse como simples lapsos momentáneos o como parte del envejecimiento.
Sin embargo, con el tiempo, la preocupación crece.
La demencia se presenta de diferentes maneras, desde la pérdida de memoria hasta la dificultad con las tareas cotidianas.
El tipo más común es el Alzheimer, cuyos síntomas tempranos incluyen confusión y problemas de memoria a corto plazo.
También existen otros tipos como la demencia vascular, que se caracteriza por problemas de planificación y concentración, y la demencia por cuerpos de Lewy, que puede involucrar dificultades para concentrarse y delirios.
Los síntomas que suelen preocupar más a los familiares, como la pérdida de memoria, son comunes en las etapas iniciales de la enfermedad.
A continuación, se describen ciertas señales de alarma a las que debemos estar atentos si comenzamos a preocuparnos por un familiar durante estas festividades.
Uno de los primeros signos es la olvidadiza, que generalmente afecta la memoria a corto plazo.
Angelo Makri, también experto en el Alzheimer, indica: “Las personas pueden recordar claramente detalles de la Navidad hace diez años, pero si les preguntas qué hicieron ayer y no pueden responder, ahí es cuando hay que preocuparse”. Otro indicador son las dificultades para recordar nombres de personas o su relación con ellas; por ejemplo, pueden olvidar quién es un sobrino o sobrina que no han visto en un año.
Es importante que estemos atentos a estos signos durante la época navideña.
Modificar nuestra atención y observar patrones de conducta en nuestros seres queridos puede ayudarnos a identificar problemas en etapas tempranas, lo que permite una intervención más efectiva.
La detección temprana es crucial, ya que puede llevar a un diagnóstico oportuno y a una mejor gestión de la enfermedad, ayudando así a aquellos que la padecen a vivir con dignidad y calidad.