El Papa Francisco destaca la importancia de la esperanza en su mensaje navideño y abre la puerta del Jubileo 2025 en el Vaticano.

En un acto lleno de simbolismo y mensajes profundos, el Papa Francisco celebró la Navidad en la Basílica de San Pedro, marcando su 12ª festividad navideña como pontífice.

Durante la Misa de Nochebuena, el Santo Padre pronunció un poderoso discurso en el que subrayó que la historia del nacimiento de Jesús, como hijo de un humilde carpintero, debe servir como fuente de inspiración y esperanza para todos, recordando que cada persona tiene la capacidad de dejar una huella en la sociedad.

El evento no solo marcó una celebración religiosa, sino que también fue el inicio oficial del Año Santo Católico 2025, un jubileo que el Vaticano prevé atraerá alrededor de 32 millones de turistas a Roma en el próximo año.

Este evento sagrado, que ocurre cada 25 años, es conocido por ser un tiempo de paz, perdón e indulgencia, donde los peregrinos pueden recibir remisiones de sus pecados al visitar el lugar.

En un momento emblemático de la ceremonia, el Papa Francisco abrió la 'Puerta Santa', un acceso especial en San Pedro que solo se abre durante los años jubilares, permitiendo que se espera que 100,000 peregrinos la crucen diariamente en el 2025. Durante la Misa, que reunió a aproximadamente 6,000 personas dentro de la basílica y a 25,000 espectadores en la plaza exterior, el Papa hizo un llamado a no solo buscar la paz interna, sino también a cuestionar y cambiar las injusticias que persisten en el mundo.

Francisco enfatizó que "la esperanza nos invita a no quedarnos atrás, a no dejarnos llevar por viejos hábitos, ni a resignarnos frente a la mediocridad o la pereza". En su homilía, hizo un llamado urgente a la acción y al compromiso social, motivando a los presentes a cuestionar el estado del mundo y a encontrar el valor para incitar cambios positivos.

Uno de los elementos centrales de su mensaje fue la petición a las naciones desarrolladas para que aprovechen el Jubileo como una oportunidad para aliviar la carga de deuda que soportan los países de bajos ingresos.

"El Jubileo nos llama a la renovación espiritual y nos compromete a la transformación de nuestro mundo", afirmó el Papa, instando a todos a que sean agentes de cambio frente a las formas modernas de esclavitud que afectan a muchas comunidades.

Este Jubileo, que se extenderá hasta el 6 de enero de 2026, plantea un tiempo de reflexión y renovación para todos los católicos, al tiempo que subraya la importancia de la justicia social y la solidaridad internacional.

La visita de millones de peregrinos no solo enriquecerá el patrimonio espiritual de la ciudad eterna, sino que también brindará un significativo impulso a la economía local, beneficiando a hoteles, restaurantes y comercios de la zona.

Así, el Papa Francisco, en plena celebración navideña, no dejó de lado el llamado a la esperanza y el cambio, creando un marco propicio para un Año Santo que tiene el potencial de impactar positivamente la vida de muchas personas alrededor del mundo.