El presidente ruso recibe a líderes de China, India y Sudáfrica en un encuentro que busca equilibrar el orden mundial dominado por Estados Unidos.

Kazan, Rusia: Aislado por Occidente a causa de su contienda en Ucrania, el presidente ruso Vladimir Putin ha logrado una victoria diplomática al recibir a los mandatarios de China, India y Sudáfrica en la apertura de una cumbre de naciones emergentes que aspiran a reequilibrar un orden mundial actualmente dominado por los Estados Unidos.

Putin, quien no puede desplazarse libremente al extranjero debido a una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional, se presentó como un estadista global al desplegar la alfombra roja para figuras de renombre como el presidente chino Xi Jinping y el primer ministro indio Narendra Modi.

El avión de Xi fue escoltado por un caza ruso antes de aterrizar en Kazan, donde recibió un tratamiento especial que incluyó una guardia de honor y la recepción de mujeres ataviadas con trajes tradicionales que ofrecían platos de snacks tártaros conocidos como chak-chak.

Este encuentro se llevó a cabo en el histórico Kremlin de Kazan, un castillo ornamentado con siglos de historia.

Las reuniones con líderes extranjeros se han vuelto cada vez más escasas para Putin, quien intentó aprovechar esta cita para demostrar que cuenta con poderosos aliados e influencia en el ámbito global.

"La cooperación entre Rusia y China en los asuntos internacionales es uno de los principales factores estabilizadores en el mundo", declaró a Xi, a quien se refirió como "querido amigo" al inicio de una reunión bilateral.

"Continuaremos colaborando para establecer un orden mundial justo".

La cumbre es tal vez el evento internacional de mayor perfil que se realiza en Rusia desde que Putin ordenó la invasión de Ucrania en febrero de 2022, e incluso podría ser uno de los más significativos de la historia rusa, según informó la agencia estatal RIA. Durante tres días, Putin también agasajará al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien se convierte en el primer miembro de la OTAN en mostrar interés en unirse a este grupo de naciones, y al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.

La presencia de Guterres ha sido condenada por Ucrania, la cual critica que este encuentro será utilizado por el líder ruso para reforzar su argumento de que Rusia está lejos de ser el paria global que Occidente ha intentado retratar.

Este movimiento estratégico por parte de Putin podría interpretarse como un intento de romper el aislamiento internacional que su país ha sufrido, y reafirmar su posición en la geopolítica mundial.

La cumbre no solo representa una oportunidad para Rusia de revalidar su protagonismo en el escenario internacional, sino que también destaca el creciente interés de otras naciones por colaborar y construir alianzas que desafíen la hegemonía estadounidense.

En tiempos de tensiones geopolíticas, este tipo de encuentros son cruciales para la redefinición de los poderes globales y las dinámicas que los sustentan.