El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, nombra a Robert F. Kennedy Jr., activista ambiental y figura controvertida en la discusión sobre vacunas, para dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

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En un reciente anuncio desde la Casa Blanca, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado a Robert F. Kennedy Jr., un conocido activista ambiental y figura en el debate sobre vacunas, para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés). Este departamento, que tiene una vasta responsabilidad sobre la regulación de medicamentos, vacunas, seguridad alimentaria, investigación médica y programas sociales como Medicare y Medicaid, es crucial para la salud pública del país.

Kennedy, quien es hijo del fallecido senador Robert F. Kennedy y sobrino del ex presidente John F. Kennedy, cuenta con un historial controversial debido a su oposición a las vacunas, posición que ha generado debates acalorados en la esfera pública.

En la carrera presidencial de 2023, Kennedy se postuló como candidato independiente, aunque abandonó la contienda en agosto, después de anunciar su apoyo a Trump a cambio de un papel en la administración republicana.

En su discurso tras la victoria en las elecciones, Trump expresó: “Él nos ayudará a hacer América saludable de nuevo.

Tiene algunas ideas y lo dejaremos trabajar en ello”. Kennedy, quien ha estado trabajando en el equipo de transición de Trump, ha estado revisando las hojas de vida de candidatos para ocupar otros puestos clave dentro de las agencias de salud de EE.UU.

A lo largo de las últimas semanas, Kennedy ha compartido en la plataforma social X y en diversas entrevistas cuáles son sus prioridades.


Entre ellas, ha destacado su interés por abordar lo que él mismo denomina la “epidemia de enfermedades crónicas” que afecta a la población estadounidense, incluyendo problemas como la obesidad, la diabetes y el autismo.

Además, ha mencionado la necesidad de reducir la cantidad de químicos presentes en los alimentos que consume la población.

A pesar de que el gasto en el sistema de salud y farmacéutico en Estados Unidos es considerablemente alto, un informe del Commonwealth Fund publicado en 2023 resalta que los estadounidenses presentan peores indicadores de salud en comparación con sus homólogos de otros países ricos.

Este dato es una de las razones que motivan las iniciativas de Kennedy para reformar la salud pública en el país.

Por otro lado, en sus declaraciones, también sugirió una reestructuración radical de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que cuenta con unos 18,000 empleados.

Kennedy planteó la posibilidad de despedir a una cantidad significativa del personal actual y reemplazar a muchos empleados de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

La trayectoria de Kennedy ha estado marcada por sus esfuerzos por promover un enfoque más enfocado en la salud natural, lo que ha generado tanto apoyo como oposición.

Con esta nueva designación, su impacto en la política de salud de EE.UU. podría ser significativo, especialmente en un contexto donde la salud pública se enfrenta a complejos desafíos y críticas sobre su efectividad.