Kevin Rudd, embajador de Australia en Estados Unidos, insta a Pekín a frenar el respaldo militar de Corea del Norte a Rusia en la guerra contra Ucrania.
En un contexto cada vez más tenso, Kevin Rudd, el embajador de Australia en Estados Unidos, ha solicitado a China que ejerza presión sobre Corea del Norte para que ponga fin a su creciente apoyo militar a Rusia en la guerra que este país sostiene con Ucrania.
Esta advertencia se produce tras informaciones recientes de la Casa Blanca sobre el movimiento de tropas norcoreanas hacia Rusia.
Según declaraciones oficiales, se estima que al menos 3,000 soldados norcoreanos han sido trasladados a la región oriental de Rusia desde principios hasta mediados de octubre.
Este dato coincide con informes de los servicios de inteligencia de Kiev que sugieren que miles de soldados de la nación hermética se preparan para unirse al combate contra las fuerzas ucranianas en la región de Kursk en el transcurso de la próxima semana.
Los aliados de Estados Unidos y la OTAN han expresado su gran preocupación, señalando que el uso de tropas norcoreanas en el frente de batalla significaría una escalada significativa en el conflicto entre Moscú y Occidente.
Hasta este momento, aunque Corea del Norte ha proporcionado a Rusia misiles y millones de proyectiles de artillería, sería la primera ocasión en que se incorpora un ejército extranjero en las hostilidades actuales.
Esto plantea un dilema tanto militar como político, dado que el papel de Corea del Norte en este conflicto podría alterar el equilibrio estratégico en la región.
Rudd, quien compartió sus comentarios en el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York, subrayó que la posibilidad de que las fuerzas norcoreanas se vean involucradas en la guerra revela dos cosas: las limitaciones militares de Moscú y su creciente dependencia de aliados que son considerados adversarios de Estados Unidos.
"Esta situación también podría tener repercusiones fuera de Europa, especialmente en el noreste asiático", advirtió el ex primer ministro australiano, quien enfatizó que su opinión era personal y no oficial.
El embajador instó a China a utilizar su influencia sobre Pyongyang para evitar una mayor escalada, argumentando que tal desarrollo no beneficiaría a Beijing ni a ningún actor relevante más allá del presidente ruso, Vladimir Putin.
“La potencial escalada de lo que está ocurriendo no conviene a los intereses de China”, afirmó Rudd.
Esta realidad pone de manifiesto cómo una alianza inusual entre Rusia y Corea del Norte podría tener efectos en cadena en la seguridad regional e internacional.
Sin la intervención militar de Corea del Norte, Rudd sugirió que el ejército de Putin podría estar enfrentándose a situaciones estratégicas mucho más difíciles en Ucrania.
La complejidad del conflicto, unida a las interacciones entre potencias globales, crea un escenario muy delicado, que podría expandirse si no se manejan adecuadamente las relaciones entre estos actores clave.
Las próximas semanas serán determinantes para observar cómo evolucionan estos acontecimientos y qué papel jugarán países como China y Corea del Norte en este complejo entramado geopolítico.