Los últimos sondeos reflejan un empate entre los candidatos a la presidencia de EE.UU. tras el primer debate, evidenciando un escenario polarizado.

Washington: Han pasado casi dos semanas desde el primer debate presidencial en Estados Unidos, y los resultados de las encuestas han comenzado a emerger, reflejando que la contienda electoral se mantiene extremadamente apretada.

En promedio, la Vicepresidenta Kamala Harris ha logrado un aumento de alrededor de 1 punto en 34 encuestas que midieron la carrera antes y después del debate.

Esto ha dejado a la competencia en un empate técnico, sin que ninguno de los candidatos pueda presumir de una ventaja considerable en los estados clave.

La candidata presidencial demócrata y actual Vicepresidenta, Kamala Harris, fue vista hablando con miembros de los medios de comunicación al llegar a la base aérea de Andrews el pasado domingo.

Según los análisis tradicionales, este aumento posterior al debate es bastante modesto.

Asimismo, se trata del incremento más pequeño obtenido por el candidato que fue ampliamente reconocido como el ganador del primer debate presidencial durante este siglo.

Otros aspirantes, como George W. Bush, John Kerry, Barack Obama, Mitt Romney, Hillary Clinton, Joe Biden e incluso Donald Trump, durante su candidatura anterior, alcanzaron picos de al menos 2 puntos después de sus respectivos debates.

Una de las posibles razones para esta escasa mejora se debe al segundo intento de asesinato dirigido a Trump.

Sin embargo, es importante señalar que la mayoría de las encuestas publicadas esta semana, entre ellas una de NBC News, que mostraba a Harris 5 puntos por delante a nivel nacional, fueron mayormente realizadas antes de la divulgación de esta noticia alarmante.

Por otra parte, las encuestas recientes del New York Times y el Siena College en los disputados estados del Sun Belt se llevaron a cabo completamente después del intento de asesinato y sugieren que Harris podría estar enfrentando una mayor dificultad en esas regiones, aunque aún es prematuro sacar conclusiones definitivas.

Además, el clima político en EE.UU. es más polarizado que nunca.

La percepción que muchos votantes tienen de Trump parece estar firmemente establecida, ya que se presenta a la carrera por tercera vez.

Este fenómeno de polarización se ha intensificado en los últimos años, con un segmento significativo del electorado que se declara inquebrantable en su apoyo o en su oposición al ex presidente.

Otro aspecto a considerar es el enfoque de muchos encuestadores en la actualidad, quienes recurren a ajustes estadísticos.

Estos ajustes incluyen la manipulación de la muestra por identificación partidaria o las respuestas sobre cómo votaron en la última elección, lo que tiende a reducir las oscilaciones en los resultados de semana a semana.

Este contexto revela un panorama electoral complicado y sugiere que los votantes están más cautelosos que nunca.

Como reflejo de esta incertidumbre, queda claro que la contienda por la presidencia de EE.UU. seguirá siendo un tema de gran interés y análisis en las próximas semanas.

A medida que nos acercamos a las elecciones, será crucial observar cómo los votantes reaccionan a los eventos actuales y qué impacto tendrán estos en sus elecciones finales.