La fatwa de un prominente predicador genera controversia entre los clérigos palestinos sobre el ataque de Hamas, cuestionando sus consecuencias para los civiles.

La reciente ofensiva de Hamas contra Israel, la cual desató la guerra en Gaza, ha provocado un intenso debate entre los clérigos palestinos de la región.

Algunos opinan que el costo en vidas civiles es desmesurado, mientras que otros consideran que el asalto del 7 de octubre de 2023 representó un deber sagrado para el Islam.

El conocido predicador Suleiman al-Dayya respondió a preguntas de los residentes de Gaza a través de una plataforma de mensajería en línea.

En sus declaraciones, enfatizó que los líderes musulmanes deberían evaluar si los daños infligidos a los civiles superan las ganancias que se pueden obtener de un conflicto.

Dayya argumentó que los guerreros deben cuestionar la sabiduría de entrar en combate si eso ocasiona un mayor daño a la religión, la vida, el honor, los niños o la propiedad, o bien la usurpación de tierras, además de la destrucción de las “fundaciones de la vida”. Su perspectiva es reconocida y respetada por los habitantes de Gaza, así como los islamistas, y también tiene influencia entre los palestinos en Cisjordania, ocupada por Israel.

Este predicador, que fue miembro destacado de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islámico de larga data en el mundo árabe, tiene una historia de consejos importantes.

Hace una década, emitió una fatwa instando a los palestinos a respetar el alto el fuego mediado por Egipto que puso fin a la Guerra de Gaza de 2012. Dicha experiencia le otorga un peso considerable a su opinión en un contexto tan crítico.

Inmediatamente después de la agresión del 7 de octubre, que dejó aproximadamente 1.200 muertos y más de 250 secuestrados, Israel lanzó una ofensiva devastadora en Gaza.

Las cifras, reportadas por el Ministerio de Salud de Gaza, indican que cerca de 44,000 personas han perdido la vida y otras 104,000 han resultado heridas en este conflicto, que ha convertido a la franja en un desierto de escombros.

La situación es alarmante, con millones de personas en busca desesperada de alimentos, combustible, agua y servicios básicos.

Las imágenes de niños y familias que sufren a causa de la violencia y el desplazamiento son comunes, incrementando la fricción tanto interna como externa en condiciones de paz y justicia.

Dayya concluyó que, cuando se vuelve altamente probable que los objetivos del jihad [una guerra considerada justa por los musulmanes] no se logren debido a la ausencia de sus pilares fundamentales, es mejor evitar la confrontación.

Esta frase resuena en un momento donde el sufrimiento humano en Gaza no puede pasar desapercibido, y plantea interrogantes sobre el camino a seguir para los palestinos en su lucha por la autodeterminación y la paz.