La Casa Blanca desmiente rumores sobre inmigrantes haitianos y condena las afirmaciones de algunos republicanos.
La Casa Blanca ha alzado la voz contra las afirmaciones erróneas propagadas por algunos miembros del Partido Republicano respecto a los inmigrantes haitianos.
Este tema ha cobrado relevancia recientemente tras los comentarios del candidato a la vicepresidencia republicano, J.D. Vance, quien a través de redes sociales insinuó que los haitianos estaban involucrados en actividades tan extremas como el consumo de mascotas, afirmaciones que han sido categóricamente desmentidas por las autoridades.
El portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, expresó su preocupación el martes, señalando que tales discursos no solo son dañinos, sino que también fomentan la división social al basarse en mentiras y elementos de racismo.
Afirmó: “Lo que nos preocupa profundamente es que ahora hay funcionarios electos en el Partido Republicano promoviendo otra teoría de conspiración que solo busca dividir a las personas”.
Vance, quien ocupa el cargo de senador y es compañero de fórmula del candidato presidencial republicano Donald Trump, emitió comentarios en sus redes que desataron la controversia.
“Informes ahora muestran que la gente ha tenido sus mascotas secuestradas y comidas por personas que no deberían estar en este país”, escribió en un post donde también acusaba a los inmigrantes haitianos de causar caos en Springfield, en su estado natal de Ohio.
Estas afirmaciones han generado preocupación entre la comunidad y las autoridades locales.
La Policía de Springfield, en respuesta a los rumores, aclaró que no han recibido ningún informe creíble ni reclamaciones específicas sobre mascotas que hayan sido dañadas o abusadas por individuos de la comunidad inmigrante.
“Queremos aclarar que no ha habido informes creíbles acerca de que la población inmigrante esté involucrada en actos delictivos relacionados con el maltrato de mascotas”, aseguró la policía local.
La situación en Haití, un país que ha luchado con la pobreza extrema y la inestabilidad política desde hace décadas, ha llevado a un aumento de la inmigración hacia Estados Unidos.
Historias similares de desinformación no son nuevas; a lo largo de la historia, grupos vulnerables han sido frecuentemente objeto de calumnias que buscan desviar la atención de problemas más complejos.
Durante la crisis haitiana tras el terremoto de 2010, Haití se convirtió en un símbolo de abnegación y la lucha por la dignidad humana.
El clima político actual en Estados Unidos ha llevado a una polarización que también afecta la percepción de las comunidades inmigrantes.
Las declaraciones irresponsables de figuras públicas no solo alimentan prejuicios, sino que pueden tener consecuencias tangibles, poniendo en riesgo a personas inocentes.
Como señaló Kirby, “Este tipo de lenguaje y desinformación es peligroso porque habrá personas que lo crean, sin importar cuán ridículo y estúpido sea, y podrían actuar basándose en esa información de una manera que alguien pueda resultar herido”.
En medio de un panorama electoral tenso, es vital que tanto los votantes como los políticos se centren en la verdad y en la dignidad de todas las personas, independientemente de su origen.