En una noticia que ha sorprendido a muchos en el ámbito de la política exterior estadounidense, Sue Mi Terry, una destacada voz en la política exterior de Estados Unidos, ha sido acusada de aceptar regalos de lujo a cambio de servir al gobierno surcoreano en Seúl.

Terry, una ex analista de la CIA y miembro senior de estudios sobre Corea en el Council on Foreign Relations, está acusada en una acusación de 31 páginas de un esfuerzo de varios años para ayudar a los espías surcoreanos.

Según los fiscales federales en Manhattan, incluso presentó a los espías a miembros del personal del Congreso, una acción que describió como 'traer al lobo'.

Las acusaciones, presentadas por el fiscal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, forman parte de un esfuerzo concertado del Departamento de Justicia para combatir la influencia extranjera en los asuntos estadounidenses, que ha dado lugar a docenas de enjuiciamientos en los últimos años.

En el caso de Terry, los fiscales dicen que comenzó a operar como agente extranjera en 2013, cinco años después de salir de la CIA. Supuestamente recibió bolsos, ropa y al menos 31.000 euros en pagos encubiertos al think tank donde trabajaba en ese momento a cambio de su trabajo.

A medida que su trabajo se volvía más arriesgado, sus recompensas eran mayores, según los fiscales, comenzando presuntamente con un bolso Bottega Veneta de 2.500 euros.

En una declaración, el abogado de Terry, Lee Wolosky, dijo que las acusaciones eran infundadas y distorsionaban 'el trabajo de una académica y analista de noticias conocida por su independencia y años de servicio a Estados Unidos'.

'Dra.

Terry no ha tenido autorización de seguridad durante más de una década, y sus puntos de vista sobre asuntos relacionados con la península coreana han sido consistentes a lo largo de los años', dijo Wolosky.

'De hecho, fue una crítica feroz del gobierno surcoreano durante los momentos en los que esta acusación alega que estaba actuando en su nombre'.