El Papa Francisco ha solicitado la prohibición mundial de la gestación subrogada, calificando esta práctica como 'reprensible' y una grave violación de la dignidad de la mujer y del niño. Sus declaraciones probablemente generarán controversia entre los grupos a favor de la comunidad LGBT+, dado que la gestación subrogada suele ser utilizada por parejas homosexuales que desean tener hijos, y esto sigue a su decisión histórica de permitir a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo. La 'comercialización' del embarazo también fue mencionada como una amenaza a la paz y la dignidad humana en su discurso anual.
El Papa Francisco ha pedido a la comunidad internacional que prohíba de forma universal la práctica de la gestación subrogada, en un discurso de 45 minutos dirigido a diplomáticos acreditados ante el Vaticano.
En sus declaraciones, el Papa calificó esta práctica como 'reprensible' y una grave violación de la dignidad de la mujer y del niño.
Según el Papa, la gestación subrogada se basa en la explotación de situaciones de necesidad material de las madres, por lo que considera que es necesario prohibirla.
El número exacto de bebés nacidos a través de la gestación subrogada es difícil de determinar, ya que hay pocos datos disponibles.
Sin embargo, la práctica es ilegal en muchos países de todo el mundo, así como en algunos estados de Estados Unidos, debido a preocupaciones éticas.
Los críticos de esta práctica advierten sobre la posibilidad de un 'sesgo de pobreza' contra las mujeres que se convierten en madres subrogadas por necesidades económicas.
Sin embargo, el interés por la gestación subrogada sigue creciendo, ya que cada vez más mujeres optan por retrasar el embarazo hasta más tarde en la vida, cuando la fertilidad disminuye, y más parejas del mismo sexo buscan formas de formar una familia cuando no pueden concebir por sí mismas.