En Lisboa, la capital de Portugal, se estima que 1,5 millones de personas se congregaron en el Parque Tejo, un nuevo lugar creado para el evento, para asistir a un servicio de oración con el Papa Francisco.

A pesar de las altas temperaturas, las personas permanecieron bajo el sol escaldante durante horas.

El Parque Tejo, que abarca 100 hectáreas, carece de sombra o estructuras, lo que obligó a algunos participantes a esperar hasta 20 minutos para rellenar sus botellas de agua mientras las temperaturas alcanzaban los 38 grados.

Fieles jóvenes se reunieron en el Parque Tejo de Lisboa para una vigilia con el Papa Francisco el sábado.

(Crédito: AP)

Algunos llegaron más de ocho horas antes de que el Papa apareciera por la tarde, montando en un papamóvil abierto que tardó más de media hora en atravesar la multitud.

La aplicación del Día Mundial de la Juventud, el festival católico al que el Papa viajó a Lisboa para asistir, envió advertencias de calor recordando a las personas que bebieran agua y se aplicaran protección solar.

Un tractor con un tanque de agua roció a la multitud y una sucesión de bandas y oradores desde un enorme escenario con el fondo de una cruz trataron de distraer a los participantes del calor en un evento que ha sido llamado el Woodstock católico.

Fieles jóvenes se reúnen en el Parque Tejo de Lisboa para una vigilia con el Papa Francisco el sábado.

(Crédito: AP)

Muchos tenían planeado pasar la noche allí antes de una misa papal el domingo por la mañana.

Al comienzo del evento, el Papa escuchó a una joven de 18 años de Mozambique describir cómo se escondió en el bosque de los guerrilleros que atacaron su pueblo.

Luego pronunció un breve y apasionado discurso improvisado a la multitud, en lugar de leer el suyo mucho más extenso y preparado, diciéndoles a los jóvenes que nada es gratuito en la vida, excepto el amor de Dios.