En el gran slum de Nueva Delhi, Arvind Kumar esperaba ansioso la llegada de un camión cisterna con agua potable. Junto a una vecina, decidieron asegurarse de que el tanque llegara a su destino, ya que se habían quedado sin reservas y una ola de calor azotaba la ciudad.

Las temperaturas en el norte de la India han superado los 43 grados en los últimos días, cobrándose la vida de más de 60 personas. En Nueva Delhi, las calles se sienten como un horno, con una temperatura récord de 52.9 grados que afecta la productividad y movilidad de los habitantes. La escasez de agua, tanto por tuberías como por camiones cisterna, afecta a unos 25 millones de personas en la región capitalina de Delhi. Vendedores de limonada y agua se quejan de la disminución de sus ventas, mientras que los residentes se ven obligados a racionar el agua para sobrevivir a la intensa ola de calor.

Esta crisis de agua en Nueva Delhi pone de manifiesto la vulnerabilidad de la población ante fenómenos climáticos extremos. La falta de acceso a agua potable es un problema persistente en muchas regiones del mundo, exacerbado por el cambio climático y la mala gestión de los recursos hídricos.

Es crucial que se tomen medidas urgentes para garantizar un suministro adecuado de agua a todos los ciudadanos, especialmente en momentos de crisis como esta ola de calor en Nueva Delhi.