En Londres, el Primer Ministro Rishi Sunak ha anunciado una ley "de emergencia" para superar la decisión unánime del Tribunal Supremo británico de que su plan de deportar solicitantes de asilo a Ruanda era ilegal.

Durante una conferencia de prensa en Downing Street, Sunak se comprometió a negociar un nuevo tratado con el país del este de África y aprobar una legislación "extraordinaria" que declare que es seguro para los refugiados.

El argumento de Downing Street es que el nuevo tratado y la ley abordarán las preocupaciones del tribunal al dejar claro que ningún solicitante de asilo deportado a Ruanda será enviado posteriormente a su país de origen.

En una amenaza a los jueces del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que anteriormente habían suspendido los vuelos de deportación a ese país, Sunak declaró: "No permitiré que un tribunal extranjero bloquee estos vuelos".

Sunak dijo que esperaba que los vuelos a Ruanda despegaran la próxima primavera, pero no pudo garantizarlo en tres ocasiones antes de las próximas elecciones generales, que se esperan para el próximo año.

Se ha comprometido a "detener los barcos", siguiendo el ejemplo de la política australiana.

Crédito: Getty Images

Críticos conservadores instaron a Sunak a ir más allá, pidiendo que la nueva ley permita al gobierno ignorar las decisiones vinculadas a la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH) y a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados.

Un diputado conservador lo calificó como "la última oportunidad".

Los cinco jueces del Tribunal Supremo dictaminaron que la política estrella del gobierno de deportar a solicitantes de asilo a Ruanda para su procesamiento era ilegal.

En lo que va del año, más de 27.300 personas han cruzado el Canal de la Mancha, y se espera que el total de 2023 sea inferior a las 46.000 que realizaron el viaje en 2022. Crédito: Getty Images