Los vecinos de Massapequa Park esperan pasar página tras la detención de Rex Heuermann, sospechoso de múltiples asesinatos en el área.

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Massapequa Park, Nueva York: La comunidad local respira con alivio después de la reciente aparición de un contenedor de envío vacío frente a la casa deteriorada de color rojo que se ha convertido en el epicentro del caso de un presunto asesino en serie.

La vivienda ha sido vinculada a Rex Heuermann, arrestado el año pasado, quien es acusado de ser el responsable de los asesinatos en Gilgo Beach.

Albert Cella, un vecino de 80 años, expresó: "Lo mejor que podría suceder es que demuelen esa casa y construyen una nueva para que se olvide todo lo que ha ocurrido aquí". La frase de Cella resuena en un vecindario que ha sido marcado por la tragedia y el terror desde la detención de Heuermann.

El hombre de 61 años había vivido en esa casa durante toda su vida y se presentaba como un hombre de familia ejemplar, mientras que supuestamente cometía horribles crímenes.

Heuermann permanece en prisión a la espera de su juicio, después de haberse declarado no culpable de los delitos que se le imputan.

Mientras tanto, su esposa Asa Ellerup y sus dos hijos adultos están preparando su mudanza a una propiedad en Carolina del Sur, que habían adquirido anteriormente como casa de retiro.

Según sus abogados, la casa de Long Island será puesta a la venta una vez que se finalize su divorcio, que se espera en unos seis meses.

La charla en el vecindario ha cambiado.

Lo que antes era una residencia asociada a una serie de crímenes atroces ahora se discute como una posible propiedad en el mercado inmobiliario.

Hay especulaciones sobre el precio de venta y comentarios sobre si podría ser una buena oferta, ya que muchos residentes desean que la venta del inmueble marque el fin de un capítulo muy oscuro para la comunidad.

Heuermann vivió en esa casa de un solo piso en First Avenue durante más de tres décadas junto a su familia.

Desde allí, viajaba a su empresa de consultoría de arquitectura en Manhattan, pero, según los fiscales, algunas noches fatídicas se dedicaba a reunirse con escortas, asesinarlas y deshacerse de sus cuerpos a lo largo de un parque costero cercano y en otros lugares.

Las autoridades han revelado que en el sótano de la vivienda encontró un arsenal y un manual con métodos aterradores sobre cómo cazar y matar a mujeres.

Este oscuro pasado ha dejado una marca imborrable en la comunidad, pero con la mudanza de la familia Heuermann y la posible venta de la casa, los vecinos empiezan a vislumbrar la posibilidad de recuperar su tranquilidad y olvidar las sombras que acecharon su vecindario en los últimos años.

En el contexto histórico de Massapequa Park, es pertinente recordar que esta área no es ajena a los crímenes notorios.

Durante décadas, la comunidad ha lidiado con varios incidentes de criminalidad, pero la naturaleza escalofriante de los crímenes de Heuermann ha llevado a un aumento en la vigilancia comunitaria y una llamada a la acción para mejorar la seguridad en el área.

A medida que los residentes esperan que la venta de la casa contribuya a cerrar este capítulo oscuro, los barrios de Massapequa Park están unidos en su deseo de avanzar hacia un futuro más seguro.