Una mujer británica ha fallecido en Laos tras sufrir graves efectos de salud debido a la ingesta de alcohol contaminado.

Se trata de Simone White, una abogada de 28 años originaria del sureste de Londres.

Su muerte se suma a la de otras cuatro personas extranjeras que también habrían perdido la vida por el mismo motivo, lo que ha encendido alarmas sobre la seguridad del consumo de alcohol en la región.

El Ministerio de Relaciones Exteriores del Reino Unido ha confirmado que están ofreciendo apoyo a la familia de White y que mantienen comunicación con las autoridades locales para esclarecer las circunstancias de su muerte.

Se reporta que White formaba parte de un grupo de turistas que consumieron bebidas adulteradas con metanol, una sustancia altamente tóxica.

El incidente se produjo en Vang Vieng, un destino turístico muy popular entre los mochileros y conocido por sus bares y fiestas.

Aparte de Simone White, se ha confirmado que otros turistas, incluyendo a una mujer australiana llamada Bianca Jones, así como a dos daneses y un estadounidense, han fallecido producto de esta intoxicación.

Además, se ha reportado que un neozelandés se encuentra en mal estado de salud tras estar involucrado en el mismo incidente.

A raíz de esta situación, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda ha emitido una advertencia sobre los peligros del consumo de alcohol contaminado, instando a sus ciudadanos a tener especial precaución si se encuentran en la región.

Bethany Clarke, amiga de White, compartió en redes sociales que ella y otros cinco miembros de su grupo fueron hospitalizados debido a intoxicación por metanol.

En su publicación, aconsejó a otros viajeros evitar las bebidas locales, alertando sobre el riesgo que representa consumir alcohol en esta área.

"Urgente - por favor, eviten todos los licores locales", escribió Clarke en Facebook.

La situación ha suscitado una elevada preocupación no solo entre turistas, sino también en las autoridades sanitarias locales, quienes temen que más casos puedan surgir si no se toman medidas inmediatas.

La historia de Vang Vieng como un punto de encuentro para turistas ha sido objetiva en años pasados, aunque ha enfrentado varios desafíos, incluida la regulación del consumo de alcohol y la seguridad de los visitantes.

Este incidente resuena con otros problemas que el sector turístico ha enfrentado en la región, donde el equilibrio entre la diversión y la seguridad es cada vez más sensible.

A medida que se investigan más detalles sobre estos casos, se espera que las autoridades locales intensifiquen las medidas de seguridad en los bares y restaurantes para garantizar que los productos que se ofrecen sean seguros para los consumidores, y así prevenir que más vidas se pierdan de forma tan trágica.