Julian Assange abandonará el Reino Unido después de llegar a un acuerdo con Estados Unidos para declararse culpable de un cargo grave y regresar a Australia

Julian Assange, fundador de WikiLeaks, dejará el Reino Unido después de llegar a un acuerdo con Estados Unidos para declararse culpable de un cargo grave en un caso que ha captado la atención internacional.

El acuerdo implica un único cargo criminal por conspirar para obtener y divulgar documentos clasificados de defensa nacional de Estados Unidos.

Según fuentes cercanas a WikiLeaks, se espera que Assange regrese a Australia una vez que el caso llegue a su fin.

El fundador de WikiLeaks abandonó una prisión británica el lunes, abordó un avión en el aeropuerto de Stansted y salió del Reino Unido, según informó WikiLeaks.

Está programado que aparezca en el tribunal federal en las Islas Marianas del Norte, un territorio de Estados Unidos en el Pacífico Occidental, el miércoles a las 9 de la mañana para declararse culpable de un cargo de la Ley de Espionaje por conspirar para obtener y difundir información clasificada de defensa nacional de manera ilegal, según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos en una carta presentada en el tribunal.

El acuerdo de culpabilidad, que debe ser aprobado por un juez, pone fin de manera abrupta a un caso criminal de intriga internacional y a la larga persecución del gobierno de Estados Unidos a un editor cuyo sitio web de filtración de secretos, WikiLeaks, lo convirtió en un héroe para muchos defensores de la libertad de prensa.

En 2010, WikiLeaks publicó cientos de miles de documentos clasificados del ejército estadounidense sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak, junto con una gran cantidad de cables diplomáticos.

Assange fue acusado durante la administración Trump por la masiva divulgación de documentos secretos de Estados Unidos, filtrados por Chelsea Manning, una antigua analista de inteligencia militar de Estados Unidos que también fue procesada bajo la Ley de Espionaje.

El aparente acuerdo sigue a la intensa presión ejercida por el Primer Ministro Anthony Albanese, quien planteó el caso Assange en sus reuniones con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y por políticos australianos de todo el espectro político.