El candidato a la vicepresidencia republicana, J.D. Vance, enfrenta un apoyo tibio en Arizona en medio de preocupaciones sobre la seguridad y la inmigración.

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En Tucson, Arizona, un evento reciente del candidato a la vicepresidencia por el Partido Republicano, J.D. Vance, ha puesto de relieve la atmósfera de tensión y apoyo moderado entre sus seguidores.

Justo antes de que Vance tomara el escenario en Peoria, un hombre en la zona de desbordamiento exterior colapsó debido al intenso calor del desierto, cayendo de cabeza al suelo con un estruendo llamativo.

A medida que los servicios médicos atendían al sujeto y lo transportaban para recibir tratamiento, la multitud comenzó a aplaudir y a entonar su célebre cántico: “¡Lucha, lucha, lucha!”; un grito que resuena desde los días en que Donald Trump fue escoltado del escenario en Pennsylvania tras un intento de asesinato.

Un ferviente seguidor de Trump, Randy Matthews, expresó su admiración por Vance, describiéndolo como “muy inteligente” y resaltando su conexión con el movimiento MAGA. Dijo: “Es MAGA, pero es realmente inteligente.

Nadie puede desconcertarlo.” Esta afirmación resalta una verdad inquietante: la percepción de que, en el seno del movimiento MAGA, es necesario mencionar la inteligencia como un atributo positivo.

Matthews también compartió sus temores sobre la seguridad de Trump, afirmando que hay una constante preocupación sobre un posible atentado en su contra.

“Todos están preocupados.

Todos esos que cruzan la frontera, hay un millón de ellos aquí para matar.

No les importa a quién eliminen”, aseguró. “Están tratando de alcanzarlo antes de que sea elegido.”

El contexto en Arizona es complicado; el estado, que comparte 600 kilómetros de frontera con México, ha visto una reducción del 7% en los cruces fronterizos ilegales, alcanzando un mínimo de cuatro años en septiembre.


A pesar de esto, Tucson se posiciona como el tercer corredor migratorio más transitado, después de San Diego y El Paso, lo que subraya la preocupación de los residentes locales sobre la inmigración y la criminalidad.

Durante su visita, Vance insistió en que el Partido Demócrata había “desplegado la alfombra roja” para los inmigrantes ilegales, prometiendo que bajo la administración de Trump, los beneficios de la seguridad social se destinarían “a las personas que los pagaron, no a los aliens ilegales”. Este tipo de retórica es típica entre los republicanos que buscan reforzar su base, a la vez que intentan atraer a votantes indecisos en un estado crucial en la contienda electoral.

A medida que se desarrollan los acontecimientos, queda claro que la candidatura de Vance refleja tanto el fervor del apoyo a Trump como las tensiones inherentes dentro del partido.

Con un par de semanas para las elecciones, la dinámica de la campaña en Arizona podría resultar determinante para el futuro tanto de Vance como de la estrategia republicana en este importante estado.

Históricamente, los estados frontera como Arizona han sido epicentros de debates sobre inmigración y seguridad.

Desde la aprobación de la controvertida Ley SB 1070 en 2010 hasta la creciente polarización en torno a la llegada de personas migrantes, es evidente que los temas de frontera seguirán dominando el discurso político en el futuro cercano.