El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha manifestado que el país mantendrá su ofensiva militar contra Hezbollah "con toda su fuerza" y no cesará hasta cumplir con todos sus objetivos.

Esto se produjo mientras Netanyahu arribaba a Nueva York para participar en la reunión anual de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Durante este evento, Australia se unió a funcionarios estadounidenses y europeos en hacer un fuerte llamado a ambas partes para que acepten una propuesta de alto el fuego de 21 días, destinada a facilitar un diálogo que evite una guerra total.

Antes de realizar sus declaraciones, las fuerzas israelíes anunciaron que habían llevado a cabo un ataque aéreo en las afueras de Beirut, donde resultó muerto el comandante de drones de Hezbollah, Mohammed Hussein Surour.

Las autoridades de salud libanesas informaron que este ataque dejó dos personas muertas y 15 heridas.

Netanyahu advirtió que la "política de Israel es clara" y reiteró que el país proseguirá con sus ataques, cuyo objetivo principal es el regreso seguro de los residentes del norte de Israel a sus hogares.

Desde el inicio de la semana, cerca de 700 personas han perdido la vida en el Líbano debido a la escalada de bombardeos israelíes, los cuales se han centrado en desmantelar las capacidades militares de Hezbollah.

Los líderes israelíes están decididos a poner fin a más de 11 meses de intercambios de fuego fronterizo por parte del grupo militante, que ha provocado la evacuación de decenas de miles de israelíes de sus comunidades en el norte del país.

Hezbollah no ha realizado comentarios inmediatos sobre la muerte de su comandante.

Según informes, el ataque aéreo destruyó un apartamento en el piso superior de un edificio residencial en Dahiyeh, un suburbio de mayoría chiita donde Hezbollah tiene una sólida presencia.

En la última semana, Israel ha efectuado múltiples ataques en Beirut con el propósito de eliminar a altos mandos de Hezbollah.

En un ataque en el este del Líbano, se reportaron 20 muertes, principalmente de migrantes sirios, según las autoridades de salud del Líbano.

El ejército israelí golpeó 75 objetivos a lo largo del sur y este del Líbano el jueves.

Después de la explosión en Beirut, decenas de cohetes fueron disparados hacia la ciudad israelí de Safed, resultando uno en una calle de un pueblo cercano.

En total, se lanzaron 175 proyectiles desde el Líbano ese día, la mayoría de los cuales fueron interceptados o cayeron en áreas abiertas, aunque algunos provocaron incendios forestales.

Esta serie de eventos sigue intensificando una crisis humana y política en la región, mientras las esperanzas de una resolución pacífica parecen desvanecerse.