El mayor general Aharon Haliva se despide de su puesto, reconociendo su responsabilidad en la falla de inteligencia que permitió el ataque más mortífero en la historia de Israel.

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JERUSALÉN: En una emotiva ceremonia de entrega de mando, el mayor general Aharon Haliva, quien se retira de su cargo como jefe de la inteligencia militar israelí, ha asumido la completa responsabilidad por el colapso en la inteligencia que permitió a Hamas llevar a cabo el ataque más mortal en la historia de Israel, que tuvo lugar el 7 de octubre.

Este ataque, que desató una guerra en Gaza que continúa en la actualidad, ha sido un momento crucial en la historia de Israel, y Haliva ha declarado que dicha falla lo perseguirá por el resto de su vida.

En su discurso, Haliva expresó que los recuerdos amargos de esa jornada lo acompañarán “día y noche y así será hasta el final de mis días”. A medida que abordaba el tema, se mostró visiblemente afectado y llegó a derramar algunas lágrimas al hablar de su propia familia, enfatizando que no se cumplió la misión más crucial: brindar una advertencia sobre la inminencia de la guerra.

“La responsabilidad última por la falla del cuerpo de inteligencia recae sobre mí”, agregó con solemnidad.

Sucedido en las primeras horas del 7 de octubre, tras un intenso bombardeo de cohetes, miles de combatientes de Hamas y otros grupos cruzaron las barreras de seguridad de la frontera desde la Franja de Gaza, sorprendiendo a las fuerzas israelíes y asaltando comunidades en el sur de Israel.

Los ataque liderados por Hamas resultaron en la muerte de aproximadamente 1200 personas y el secuestro de al menos 250 más, lo que ha generado una fuerte crítica hacia el ejército israelí, que ha sido cuestionado por no anticipar el ataque y por su lenta respuesta ese día.


En la actualidad, se estima que 109 rehenes aún permanecen en Gaza, de los cuales se cree que alrededor de un tercio podrían estar muertos.

Haliva, quien cuenta con 38 años de experiencia en el ejército, había anunciado su renuncia en abril como parte de un grupo de comandantes superiores israelíes que reconocieron no haber podido prever o evitar el ataque.

En su discurso, reiteró que “la falla del cuerpo de inteligencia fue mi culpa” y abogó por una investigación nacional que sirva para estudiar y comprender profundamente las causas que llevaron al conflicto entre Israel y Hamas.

Este período de turbulencia y conflicto no es nuevo para Israel, que ha enfrentado diversas tensiones con el grupo militante Hamas desde su fundación en 1987. La historia reciente ha estado marcada por una serie de enfrentamientos y negociaciones fallidas, lo que añade un contexto complicado a la situación actual.

La declaración de Haliva marca un punto de inflexión en la manera en que las autoridades israelíes abordarán la crítica y la presión por mejorar sus capacidades de inteligencia y respuesta militar en el futuro.