Resultado de la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Irán, donde el candidato reformista Masoud Pezeshkian venció al duro Saeed Jalili.

En las elecciones presidenciales de Irán, el candidato reformista Masoud Pezeshkian ganó la segunda vuelta, derrotando al duro Saeed Jalili.

Pezeshkian prometió acercarse al Occidente y suavizar la aplicación de la ley del velo obligatorio en el país después de años de sanciones y protestas que han presionado a la República Islámica.

Aunque Pezeshkian aseguró que no habrá cambios radicales en la teocracia chiíta de Irán, su victoria representa un nuevo capítulo en la historia del país.

El candidato, que es cirujano de corazón y ha sido legislador durante mucho tiempo, obtuvo 16,3 millones de votos en comparación con los 13,5 millones de Jalili en la elección del viernes.

Sus partidarios salieron a las calles de Teherán y otras ciudades para celebrar a medida que su ventaja sobre Jalili crecía.

Sin embargo, la victoria de Pezeshkian llega en un momento delicado para Irán, con tensiones elevadas en Oriente Medio debido a la guerra entre Israel y Hamas, el programa nuclear de Irán y las preocupaciones occidentales sobre la enriquecimiento de uranio en niveles cercanos a los de armas.

La primera ronda de votación el 28 de junio registró la menor participación en la historia de la República Islámica desde la Revolución Islámica de 1979. Los funcionarios iraníes habían pronosticado una mayor participación a medida que avanzaban las votaciones, pero videos en línea mostraban mesas vacías y poca afluencia de votantes en Teherán.

La economía de Irán ha sufrido por años de sanciones internacionales, protestas masivas y represión intensa a la disidencia.

A pesar de los desafíos que enfrenta, Pezeshkian buscará llevar a Irán hacia una nueva era, donde el diálogo con Occidente y la estabilidad interna serán pilares clave de su agenda política.