Benjamín Guerrero Cruz, arrestado hace cuatro meses en Estados Unidos, fue liberado tras pagar una fianza y continúa en proceso de deportación, mientras su familia denuncia irregularidades en su detención.
La noticia ha generado revuelo en comunidades migrantes y defensores de derechos humanos, quienes aseguran que su caso evidencia las irregularidades del sistema migratorio estadounidense.
Supuestamente, Guerrero Cruz desapareció la mañana del 8 de agosto pasado en la ciudad de Reseda, en el condado de Los Ángeles, cuando salía a pasear a su perro.
La familia explicó en una campaña en GoFundMe que, horas después, supieron que el joven fue detenido por agentes enmascarados que, presuntamente, pertenecían al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
La versión oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) indica que Guerrero, que en ese momento acababa de cumplir 18 años, habría infringido las reglas del Programa de Exención de Visa (Visa Waiver), que permite a ciudadanos de ciertos países ingresar a EE.UU. sin visa por un período máximo de 90 días para actividades turísticas.
El caso de Guerrero se suma a una serie de controversias relacionadas con las políticas migratorias del gobierno estadounidense, que en los últimos años han sido duramente criticadas por organizaciones internacionales y defensores de derechos humanos.
En la historia reciente de EE.UU., las deportaciones y las detenciones arbitrarias han aumentado considerablemente, especialmente durante la administración de Donald Trump, quien implementó medidas más severas contra migrantes, presuntamente con la intención de reducir la migración irregular.
Guerrero fue puesto en libertad el pasado jueves por decisión de un juez de inmigración
Tras pagar una fianza, que supuestamente equivaldría a unos 3.000 euros, Guerrero fue puesto en libertad el pasado jueves por decisión de un juez de inmigración. Sin embargo, continúa bajo supervisión de las autoridades migratorias mientras se define su proceso de deportación, que aún no tiene una fecha concreta.
La familia del joven asegura que, además, ha retomado sus estudios y se inscribió en un colegio para continuar con su educación en medio de este proceso legal.
La congresista Luz Rivas expresó su indignación ante la situación y afirmó que “ningún niño debe ser detenido ni separado de sus seres queridos por motivos de su estado migratorio o su origen étnico”.
Rivas agregó que el caso de Guerrero Cruz evidencia las políticas migratorias “desmesuradas y, en muchos casos, injustas” que ha adoptado EE.UU. en los últimos años, y que “se han convertido en una herramienta de discriminación y abuso”.
Supuestamente, la detención de Guerrero no fue un caso aislado, sino que forma parte de un patrón de acciones que han afectado a numerosos jóvenes migrantes en el país.
La historia de este joven chileno también recuerda otros casos similares en los que menores de edad han sido arrestados y deportados sin un proceso justo, generando preocupaciones sobre la protección de los #derechos humanos y el respeto a las leyes internacionales.
Por otro lado, expertos en migración aseguran que la situación puede tener repercusiones en las relaciones diplomáticas entre Chile y Estados Unidos, y que la comunidad internacional debe prestar mayor atención a las políticas migratorias que, supuestamente, vulneran derechos fundamentales.
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