Los bomberos avanzan en el control del incendio en California, que ha dejado múltiples pérdidas y un saldo trágico.
Los bomberos de Los Ángeles están avanzando gradualmente en su esfuerzo por contener el devastador incendio en Pacific Palisades, a pesar de que las llamas en expansión y los vientos fuertes continúan poniendo en riesgo a las comunidades del denso Valle de San Fernando.
Desde el inicio de los incendios, el lunes se reportó que al menos 24 personas han perdido la vida, lo que ha desatado una oleada de temor y tristeza en la región.
Lindsey Horvath, Supervisora del Condado de Los Ángeles, expresó el dolor que ha sufrido la comunidad: “El Condado de Los Ángeles tuvo otra noche de terror y desgarrador”. Los equipos de bomberos han estado utilizando aeronaves para arrojar agua y retardantes de fuego sobre las laderas empinadas en un intento por detener la propagación del incendio hacia el este.
Aunque los equipos de tierra han logrado salvar varias casas, otros inmuebles han sucumbido ante las llamas.
El Gobernador de California, Gavin Newsom, ha declarado que espera que el número de muertes aumente a medida que se realicen más búsquedas.
“Tengo equipos de búsqueda y rescate trabajando.
Tenemos perros adiestrados en búsqueda de cadáveres y es probable que haya más víctimas”, comentó en el programa Meet the Press de NBC. Su preocupación no es infundada; hay indicios de que estos incendios podrían convertirse en el peor desastre natural en la historia de los Estados Unidos, en términos de los costos asociados.
El 2023 ha sido un año complejo en lo que a incendios se refiere, con varios estados afectados por fuegos forestales incontrolados.
Históricamente, California ha lidiado con estas crisis recurrentes, acentuadas por condiciones climáticas adversas y una vegetación densa, formando un ciclo destructivo.
En 2020, por ejemplo, los incendios forestales arrasaron más de 4 millones de acres en el estado y causaron pérdidas cercanas a los 12.000 millones de euros en infraestructura y recursos.
Para enfrentar esta actual tragedia, Newsom ha firmado una orden ejecutiva que tiene como objetivo reducir la burocracia del gobierno estatal necesaria para reconstruir hogares y negocios perdidos.
La respuesta a esta crisis no solo se trata de combatir las llamas, sino también de asegurar que las comunidades afectadas reciban el apoyo necesario para recuperarse rápidamente.
Los residentes de las áreas más impactadas están en constante estado de alerta, mientras las autoridades siguen monitoreando la situación.
La esperanza de que estas acciones den resultados positivos y que se logre controlar el incendio pronto es fundamental para la rehabilitación de la región y para restaurar la tranquilidad entre sus habitantes.
La lucha continúa, y con el esfuerzo de los equipos de emergencia y el apoyo de la comunidad, se espera que el fuego sea contenido de manera efectiva en los días venideros.