Los Ángeles se enfrenta a un nuevo desafío con el regreso de los intensos vientos de Santa Ana, complicando los esfuerzos de contención de incendios en la región.
Los Ángeles, California, se encuentra en alerta máxima debido a la inminente llegada de los intensos vientos de Santa Ana, que ya han causado estragos en la región durante la semana pasada, contribuyendo a incendios forestales sin precedentes.
La combinación de vientos fuertes y bajas condiciones de humedad presenta un escenario peligroso para la población y los equipos de emergencia que trabajan incansablemente para contener los fuegos.
El fin de semana comenzó con autoridades locales desatando lo que han denominado un 'ataque aéreo implacable' contra el incendio Palisades, que, tras un cambio en la dirección del viento, se ha dirigido hacia el este, amenazando viviendas en el cañón de Mandeville y otros barrios como Encino y Brentwood.
Este incendio ya lleva días activo, y durante este sábado, los esfuerzos se intensificaron con el uso de helicópteros y aviones de combate que continuaron lanzando agua a la conflagración.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido que se prevé un agravamiento de las condiciones climáticas a medida que los vientos offshore se intensifiquen.
Se anticipan ráfagas que podrían alcanzar hasta 104 km/h en algunas áreas durante la mañana del domingo, lo que sin duda complicará las labores de extinción del fuego.
Además, los meteorólogos han pronosticado otro evento de vientos de Santa Ana, posiblemente más fuerte, que podría desarrollarse entre la noche del lunes y miércoles.
Estos vientos no solo podrían expandir los incendios ya existentes, sino que también aumentarían la probabilidad de ignición de nuevos fuegos en la región.
Actualmente, Los Ángeles tiene en vigor una advertencia de 'bandera roja', que indica un alto riesgo de incendios debido a la combinación de fuertes vientos y la baja humedad.
Esta alerta se mantendrá vigente hasta las 18:00 del miércoles. La meteoróloga del NWS, Rose Schoenfeld, comentó: 'Estamos en un período continuo de clima crítico para incendios hasta el miércoles', aunque se espera que las condiciones mejoren hacia el jueves.
El servicio de emergencia ha logrado proteger la infraestructura en muchas de las zonas más afectadas, incluyendo el cañón de Mandeville, una franja boscosa y densa que atraviesa el margen oriental de las montañas de Santa Mónica.
No obstante, la población de esta área sigue en riesgo, ya que, a pesar de los esfuerzos, al menos un edificio ya ha sido consumido por las llamas.
La situación en Los Ángeles resuena con la historia de grandes incendios en California, que ha visto catástrofes similares en años anteriores. Por ejemplo, los incendios de 2018 devastaron miles de hectáreas y provocaron evacuaciones masivas, lo que ha llevado a las autoridades a crear protocolos de prevención más estrictos.
La comunidad se une ahora para hacer frente a esta crisis, mientras el peligro de los vientos de Santa Ana sigue presente.