Una serie de incendios forestales en Los Ángeles ha llevado a la evacuación de cientos de miles de residentes y ha provocado una tragedia humanitaria.

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Los Ángeles se encuentra en una situación alarmante debido a un par de incendios forestales que han estado asolando la ciudad durante los últimos ocho días.

Las llamas, alimentadas por vientos secos y fuertes, han puesto a prueba la resiliencia de una localidad que enfrenta una de las peores crisis de su historia.

En un momento crítico, las autoridades han instado a los habitantes a mantenerse alerta y prepararse para una posible evacuación en cualquier momento.

Con cerca de 6.5 millones de personas bajo una amenaza de incendio crítica, la extensión de los fuegos ha alcanzado casi la misma superficie que el área de Washington, DC.

"Queremos recalcar que la situación es especialmente peligrosa hoy. Prepárense y estén listos para salir", declaró Lindsey Horvath, supervisora del condado, en una conferencia de prensa.

Aunque se habían pronosticado ráfagas de viento de hasta 112 km/h, por el momento no se han materializado. No obstante, los bomberos han reportado vientos de entre 48 y 64 km/h junto con una baja humedad en una región que no ha visto precipitaciones significativas en los últimos nueve meses.

Esto ha creado un ambiente propicio para que los incendios se propaguen rápidamente, causando daños catastróficos.

Hasta ahora, las llamas han cobrado la vida de al menos 25 personas y han destruido más de 12,000 hogares y otras estructuras. Hasta el miércoles, alrededor de 200,000 individuos habían sido desplazados de sus viviendas, con aproximadamente 82,400 personas bajo órdenes de evacuación y otras 90,400 bajo advertencias de evacuación, según el Sheriff del condado, Robert Luna.


Las imágenes de barrios enteros reducidos a cenizas y escombros son desgarradoras. En muchos casos, solo se han quedado en pie las chimeneas de las casas. Esto no es un fenómeno aislado; los incendios forestales en California han ido en aumento en las últimas décadas, en gran parte debido al cambio climático y la gestión forestal inadecuada.

En la década de 1930, el servicio forestal de los Estados Unidos implementó políticas que propiciaron la extinción de los incendios, lo que a largo plazo ha contribuido a la acumulación de vegetación densa que ahora alimenta estas llamas devastadoras.

Las autoridades locales han intensificado los esfuerzos por contener los incendios, mientras la comunidad luchan por organizarse y brindar apoyo a aquellos que han perdido sus hogares.

Las peticiones de ayuda han aumentado, y numerosas organizaciones están trabajando para proporcionar refugio y recursos a los afectados.

A medida que se pronostican condiciones climáticas adversas para el fin de semana, la población de Los Ángeles sigue temiendo lo peor, mientras se enfrentan a un futuro incierto en medio de esta crisis natural sin precedentes.