Una mujer de 79 años pasó más de tres años en una terminal de autobuses en Puebla, esperando ser recogida por sus hijos. Su historia revela las dificultades de vulnerabilidad y la falta de apoyo institucional.

La historia de esta anciana conmovió a muchas personas y puso en evidencia las problemáticas sociales relacionadas con la atención a los mayores en situación de vulnerabilidad.
Supuestamente, Doña Mary fue desalojada de su vivienda en 2022, en un contexto donde la crisis habitacional en México ha alcanzado niveles alarmantes.
Después de perder su hogar, decidió trasladarse hasta la Central de Autobuses de Puebla, pensando que allí sus tres hijos podrían llegar a buscarla y ofrecerle un lugar donde vivir.
Sin embargo, estos nunca llegaron, y la mujer optó por permanecer en ese lugar, confiando en que sus familiares cumplirían con su promesa. La situación se tornó en una tragedia silenciosa, que se extendió por más de mil días.
A pesar de los esfuerzos de pasajeros y de algunas entidades gubernamentales por ofrecerle ayuda, Doña Mary rechazó todas las ofertas de asistencia, asegurando que sus hijos llegarían en algún momento a buscarla.
La mujer creía que la esperanza de reunirse con su familia era suficiente para mantenerla con vida en aquel lugar inhóspito. En múltiples ocasiones, personas que transitaban por la terminal le proporcionaban alimentos y ropa, en un acto de solidaridad que reflejaba la empatía de la comunidad.
No obstante, el pasado jueves 24 de julio, los mismos pasajeros que la conocían alertaron a los servicios de emergencia tras encontrarla inmóvil en una de las bancas del recinto.
Al llegar, los paramédicos confirmaron su fallecimiento. Hasta el momento, las causas exactas de su muerte permanecen desconocidas, aunque se sabe que Doña Mary padecía diversas enfermedades, como infecciones en una pierna, problemas de vejiga e incontinencia, lo que evidencia un estado de salud muy debilitado.
En Puebla
Supuestamente, en Puebla, las instituciones sociales y gubernamentales enfrentan dificultades para atender a personas en situación de calle o vulnerabilidad como la de Doña Mary.
La historia de esta abuela refleja un problema que no solo afecta a México, sino a muchas sociedades en las que la marginación y la falta de recursos adecuados dejan a los mayores en situaciones de extrema vulnerabilidad.
Históricamente, #Puebla ha sido una ciudad con un importante flujo de #migrantes internos y extranjeros, lo que ha generado desafíos adicionales en materia de atención social.
La historia de Doña Mary recuerda que detrás de cada estadística hay vidas humanas que claman por ayuda y que, en muchas ocasiones, las instituciones no logran alcanzar a quienes más lo necesitan.
La comunidad local, por su parte, ha evidenciado su solidaridad, pero aún queda mucho por hacer en materia de protección a los adultos mayores y a las personas en situación de calle.
Supuestamente, esta tragedia ha reabierto el debate sobre las políticas públicas en México y en Puebla, en particular en lo que respecta a la protección social y la atención a los mayores.