La historia de Samuel Pearse, un valiente soldado australiano cuya valentía en el frente occidental y en Rusia le valió la Cruz Victoria, sigue siendo una cuestión sin resolver años después de su muerte.

Londres: La conexión histórica entre Australia y sus veteranos de guerra tuvo un capítulo trágico en la vida de Samuel Pearse, quien, a pesar de su corta vida, dejó una huella imborrable en la historia militar del país.

Nacido en Mildura, Pearse se unió a las fuerzas australianas en una etapa temprana de su vida, engañando sobre su edad para poder participar en la famosa Campaña de Gallipoli, uno de los episodios más notorios de la Primera Guerra Mundial.

Pearse manifestó un coraje excepcional durante su servicio en el Frente Occidental, donde sus acciones le valieron el reconocimiento de la Fuerza Imperial Australiana.

Sin embargo, su heroísmo no terminó allí. Después de la guerra, se involucró en una menos conocida pero igualmente significativa campaña como voluntario en Rusia contra el régimen bolchevique en 1919, donde tuvo que luchar bajo la bandera británica.

En esta campaña, su osadía lo llevó a enfrentarse a fuego de ametralladora, enfrentándose a las fuerzas rusas en condiciones extremadamente adversas.

Por su valentía en esta misión arriesgada, el Sargento Samuel Pearse fue galardonado póstumamente con la Cruz Victoria, convirtiéndose en uno de los solo 102 australianos que han recibido este prestigioso reconocimiento.

No obstante, a más de 105 años de su trágica muerte a la edad de 22 años, sus restos permanecen en una bolsa de plástico negro, dentro de una caja de plástico azul sellada, en una morgue remota de Rusia.

Las tensiones diplomáticas entre Australia, Gran Bretaña y Rusia han creado un dilema en la repatriación de sus restos, ya que ni ambos gobiernos están dispuestos a reclamarlos y devolverlos a su país natal.

Desde que Rusia incluyó a Gran Bretaña y Australia en su lista de “países no amigables” tras las sanciones aplicadas en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin, la relación entre estas naciones ha sido tensa.

Ante este trasfondo, la Liga de Servicios Retornados de Australia está instando al Ministro de Defensa australiano, Richard Marles, y a su homólogo británico, John Healey, a trabajar conjuntamente con las autoridades rusas para facilitar el regreso de los restos de Pearse a Australia.

El primer lugar de descanso de Pearse, junto a la localidad de Obozersky, se perdió con el tiempo, y su cuerpo fue trasladado sin que se conociera su paradero.

Sin embargo, en 2018 se realizó un notable hallazgo en un depósito de chatarra, donde, tras una búsqueda exhaustiva que involucró a un arqueólogo militar ruso y un historiador militar australiano, se encontraron restos humanos, junto a un sombrero australiano y con una herida en el dedo del pie que coincidía con las lesiones que Pearse había sufrido en combate en Francia.

Este descubrimiento ha reavivado el espíritu de búsqueda por la justicia y el reconocimiento de un héroe que, a pesar de su valentía, ha quedado relegado al olvido.