Agentes de seguridad israelíes obtuvieron documentos secretos en 2018 que revelaban el financiamiento de Hamas a través de un fondo de capital privado. Sin embargo, estos documentos no fueron utilizados de manera efectiva y las compañías involucradas no recibieron sanciones ni presiones para cesar sus actividades. Esta falla en la lucha contra el financiamiento permitió que Hamas fortaleciera su infraestructura militar y llevara a cabo ataques. Expertos señalan la importancia de frenar el flujo de dinero para prevenir futuros actos terroristas.

Las autoridades de seguridad israelíes lograron un gran éxito de inteligencia en 2018 al obtener documentos secretos que revelaban el financiamiento de Hamas.

Estos documentos, que fueron robados del ordenador de un alto cargo de Hamas, detallaban minuciosamente un fondo de capital privado utilizado por la organización terrorista.

Los registro mostraban activos por valor de cientos de millones de dólares, que incluían compañías mineras, granjas avícolas y constructoras de carreteras en Sudán; rascacielos gemelos en los Emiratos Árabes Unidos; una empresa de desarrollo inmobiliario en Argelia y una firma de bienes raíces cotizada en la bolsa de Turquía.

A pesar de que los documentos fueron revisados por el periódico The New York Times y compartidos con funcionarios tanto en Israel como en Estados Unidos, ninguna acción se tomó al respecto.

Las compañías mencionadas en los registros no recibieron sanciones ni medidas de presión por parte de ambas naciones.

Tampoco se hizo ningún llamado público para que Turquía, considerada como el centro de la red financiera, cerrara sus operaciones.

La revisión de documentos de inteligencia y registros corporativos, así como entrevistas con funcionarios actuales de Estados Unidos, Israel, Turquía y la red financiera de Hamas revelaron que altos cargos israelíes y estadounidenses no dieron prioridad a la inteligencia financiera que tenían en sus manos.

Estos datos mostraban que decenas de millones de dólares se destinaron a Hamas en el preciso momento en el que la organización adquiría nuevas armas y se preparaba para llevar a cabo un ataque.

Funcionarios estadounidenses e israelíes ahora reconocen que este dinero ayudó a Hamas a fortalecer su infraestructura militar y sentar las bases para los ataques del 7 de octubre.

Udi Levy, exjefe de la división de guerra económica del Mossad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, señaló la importancia del dinero en estos eventos y destacó: 'Se habla de fallos en la inteligencia del 7 de octubre, pero nadie menciona el fallo en detener el flujo de dinero.

Es el dinero, el dinero, lo que lo permitió'.

Esta falla en la lucha contra el financiamiento de Hamas pone en evidencia la importancia de tomar medidas efectivas para detener el flujo de dinero hacia organizaciones terroristas.

El corte de esta fuente de financiamiento es fundamental para prevenir futuros atentados terroristas y debilitar la capacidad de estas organizaciones para llevar a cabo sus actividades destructivas.